Ir al contenido principal

El hombre del piano y el telón


Se dieron la mano, un beso y se lo contaron al hombre del piano. Era su última noche juntos. Ella se iba al fin y él, al cabo. Tenían apenas tres horas para emborracharse del cuento que habían destilado. La graduación era la máxima y el equilibrio perfecto. Y el pianista lo sabía todo. Era el único espectador ante un escenario que empezó a construirse en América y decidió convertirse en contexto. Así que pianista y contexto dieron cobijo a Lucian y Prosa. Bailaron sobre sus palabras, rimaron y se arrimaron. Lejos de torturarse disfrutaban de cada nota, devoraban lo imposible como si fuera cierto, se amaban por encima de la prohibición de hacerlo. Ni penas ni culpas, envueltos en las teclas del pianista daban esquinazo a la censura para comerse a besos por la puerta grande de las bulerías y las alegrías. Lo vivido entre ellos tenía su propio estribillo. Lo no vivido salía de las entrañas de un bajo con cuerdas autónomas. Lo no dicho era el coro de fondo... Y lo dicho se lo llevarían al fin y al cabo.

En el segundo acto todos aplaudían ante la autenticidad de la ficción que estaban constatando. A lo suyo, Prosa y Lucian siguieron acariciando el acceso a lo inaccesible. No había resistencias ni asperezas, sólo sentido poco común, incluso fuera de él. Los aplausos procedían de sus cofres (los de serie) entre bastidores. El pianista entre nota y nota, anotaba cada detalle para inmortalizar lo que a ellos en pocos minutos se les escaparía entre los dedos; todo aquello que jamás podrían poseer. Lucian se perdía por su cuello y Prosa se agarraba a su mirada. El hombre del piano afinando... Y matiz a matiz entre todos iban componiendo la melodía de un disco imposible de rayar. 

En el tercer acto empezaron a notar el escozor, las primeras punzadas de la guadaña de la despedida. Pero no les impedía restregarse por los rescoldos de su historia. Esa que jamás moriría, aunque quedase a la deriva, o perdida, sin dueños, pero con dos protagonistas que un día miraron a través números impares, se encontraron tras recorrer pasillos retorcidos, expusieron sus miradas y presentaron sus ficciones ante la atenta mirada de miles de motivos a favor. Empezaron con un empacho de perdices e inventaron su felicidad. Se entregaron sin pensar y pensaron que nada se crea ni se destruye sino que se entrega... y después se comparte. Lloraron hasta la extenuación con dolor. Y al final se cerró el telón. Y cuando el hombre del piano se giró para aplaudir, se encontró con miles de palabras flotando en el aire... A la deriva. Abrió su piano y una a una las fue incorporando a sus cuerdas. Mi piano, dijo, es inmortal. La vida es afinar en el escenario adecuado. Bebió un trago y apagó la luz. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

DESASOSIEGO ASPIRADO

No estamos en el Distrito 9 ni ante Terminators ni nada que se le parezca... sí, son aspiradoras. Llevaba con la mía más de 8 años cuando, por un fallo irreparable, me he visto en la obligación de renovar maquinaria absorbente . Así que me he metido en la sección de electrodomésticos de una gran superficie y me he encontrado con esto. ¡Joder, que estas máquinas me están mirando con cara de mala hostia! El mundo de los gadgets ha llegado, para quedarse, al territorio de los electrodomésticos. Impresionante experiencia. Para superar el choque me he ido corriendo al departamento de la tranquilidad , como de costumbre, la charcutería se convierte en mi salvavidas. De vuelta , finalmente me he llevado la más normal. No es ninguna de las que aparecen en imagen. He preferido dejarla reposar en el anonimato... Cuando la he enseñado su nuevo hogar, paradójicamente ha suspirado. Salud!

Twitter y lo que pasa...

Aún recuerdo cuando - allá por 2008 - salíamos a la calle, micro en mano, a preguntar a la gente: ¿Sabes qué es Twitter? Las caras eran un poema y las respuestas , una colección surrealista de posibilidades. Un sujetador, un bar... y sobre todo un "no sé" con risotada adjunta... Ahora, no hay informativo que se resista a su poder, ni país al intento de censura (en vano). Seguramente ésta ha sido una de las semanas más intensas en cuanto a información online al segundo se refiere. A saber, la Ley Sinde y sus movimientos, Álex de la Iglesia y sus acercamientos al 'pueblo de Internet' ; Túnez , Egipto , Jordania y ahora Yemen se remueven por dentro... Los ciudadanos, gracias a las redes sociales entre otras cosas, saben que viven bajo arresto, y no pueden más. Así que empezaremos el programa por nuestro Intérnate de la semana . Es decir, lo más movido de la Red y lo que viene; y en este particular destacamos un documental sobre el periodista 'mágnum' Enrique Me

NUEVOS AIRES, CAPITAL DEL PERIODISMO

Hasta ahora no he podido sentarme y escribir algo sobre lo vivido en el III Congreso Internacional de Periodismo en Red . Pero si queréis enteraros bien de lo que pasó en el Salón de Actos de la Facultad de CC. De la Información (el mismo lugar en el que palmaba el profesor de Ángela en TESIS , viendo una de Snuff ), no esperéis encontrarlo aquí, estaba yo demasiado pendiente de conseguir entrevistas para Cámara Abierta 2.0 . Vaya periodista, pensaréis… Pues sí, pero es que hacer una pieza de dos minutos sobre una jornada de 8 horas tiene lo suyo. Así que objetivo: entrevistar a los protagonistas . Y no a todos, ya me habría gustado. Conseguí hablar con el director del Congreso ( Jesús Miguel Flores ), Sebastián Muriel (Dir. Red.es), Jean-François Fogel (Le Monde y Boomerang), Gumersindo Lafuente (Dir. Soitu.es ), Óscar Espiritusanto (Periodismo Coudadano) y cómo no con la incombustible - omnipotente y genial Rosa J. Cano (Prisa). ¿ El resultado ? En los programas del lunes y m