Durante un tiempo pensé que Ramiro (el viejo loco de la idea fija) había cambiado de barrio, pero ayer le volví a ver. Venía caminando cabizbajo desde el final (o el principio) de la calle y no pude evitar preguntarle. Él no me conoce, sé quién es por lo que imagino que es, pero no por lo que es en realidad ... De lo contrario 'esto' no sería Periodismo ficción. Se sorprende por tanto cuando me intereso por su mirada triste. Por supuesto me interesa qué le pasa, pero me puede más la curiosidad de conocer esa idea fija que alimenta su locura; la que yo imagino que le acompaña, claro. Como buen tipo que es me contesta. Sufre porque ha visto cómo la mujer de su vida ha pasado delante de él y no se ha parado. Metiéndome en el papel de Proust, le planteo una pregunta más: ¿Cuánto ha tardado en pasar desde el extremo de un ojo a otro? Se queda pensando un minuto -exacto- y resuelve el problema: Más o menos un año . Pienso por dentro: Aquí cada loco con su tiempo . Me invita a u...
Por Dani Seseña