El despertador dejó de sonar y Julio entró en coma. ¡Qué punto, pensó! Siempre ha sido de humor fácil. Ayer me escribió -no sé cómo lo hizo- desde su propio Estado (poco dado al intervencionismo emocional). Debió de darse por dentro una expropiación de cosas por decir. El email estaba lleno de silencios tan escandalosos que irritaban los tímpanos mejor acorazados. Reconozco era la palabra más usada, casi tanto cono lamento . Pero también se reconocía detalles que había tenido y que jamás nadie se los había reconocido. Gestos tan eficaces para terceros como invisibles en el retorno propio. Se trataba, en definitiva de un texto que buscaba una reconciliación con la carpeta de Pendientes . No es la primera vez que recibo un correo enviado desde el subconsciente de otra persona. Pero sí, la primera que me lo manda alguien que está entre la vida y la muerte. O eso dice. No tengo referencias; únicamente lo que me manda desde Estado intervenido desde dentro... Y por supuesto no me pi
Por Dani Seseña