Pudo resolver el crimen gracias a dos casualidades . La primera , que una turista con grandes gafas de sol estuviera frente a la escena del crimen y que otra -por no sé qué motivo- le sacara un primer plano en ese mismo momento. La segunda , que aquella foto acabara por azar en la cuenta de Facebook del hermano del sabueso que llevaba el caso. No tardó en identificar el escenario de la foto; lo tenía tan incorporado... Aquellas palmeras de plástico a pleno sol eran inconfundibles. Parecía una pieza desgajada del álbum de fotos sobre el crimen que había compuesto el detective en su despacho. La turista 1 que hizo la foto a la turista 2 era amiga de un amigo de un primo del hermano del detective. No fue difícil localizarla . Y tras recibir la imagen en alta resolución, el reflejo de las gafas de la turista 1 identificó por completo y sin ambigüedades al asesino. Ninguna de las dos turistas, ni nadie de los que estuvieron delante del crimen fueron conscientes de la escena que tuvieron
Por Dani Seseña