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Mostrando entradas de marzo, 2014

Ficción, papel y palabras

Es raro, extraño, tangible, real, huele a los libros de texto del colegio... Es absurdo, peleón. Es un libro. Sí, Periodismo ficción , gracias al empeño de Elena P. Jiménez (fundadora de EsferaEd ) tiene un brazo de papel con lomo, portada, hojas, índice, capítulos... ¡Código QR! Y no es ficción. El próximo 3 de abril lo presentamos en La Fábrica .    Esto podría arrancar tipo Breaking Bad , es decir, vemos cuatro planos sobre símbolos y personajes cosechados aquí (pero cuando el blog estaba vacío), y todos ocupando una portada con fondo azul. Después nos preguntamos ¿Qué ha pasado o qué tiene que pasar llegar hasta aquí? Y el único modo de respoder(se) es ir post a post, atando cabos, para tejer la historia de fondo que da forma. El resultado es este objeto gobernado/custodiado por personajes y contextos que no entienden de lógicas. Personajes preocupados por graduar su vista para entender (de una vez) qué tienen delante, detrás, a los lados y en dimensiones interiores (y

La tregua de un 'Todo' en Re menor

Estaba muerto, la gente le miraba, nadie le tocaba. Tenía los ojos abiertos y una sonrisa cómplice con el mundo que dajaba. El dedo corazón de la mano derecha estaba tan erguido como él el día que consiguió adentrarse en los mundos de Sofía Travesía. Los pies decían una cosa y sus pestañas otra. Su conciencia, en reposo, había viajado horas antes junto al resto de particularidades no expuestas. Y los codos, interlocutores y su canal de diálogo favorito, habían decidido plantarse y empezar a trabajar en dirección a la aceptación de los hechos. Cuando me tocó reconocerle no me impresionó, pero me rompí en la mitad de los mil pedazos que suelen protagonizar esta típica frase. Sabía que era cuestión de días encontrármelo sin vida, con esa sonrisa cómplice. Además, sabía que su muerte era un reactor para mi propio reconicimiento... Porque eso es lo que pasó, ese fiambre con el dedo corazón al viento era parte de mí. Había muerto de miedo, pero sonriendo al terror;  al pánico de as

El picor que resbala y la lona de desprotección

Esta mañana, apenas hace una hora, he resbalado con una conclusión ajena que alguien ha tirado al suelo de madrugada (aún estaba fresca y poco adherida a la acera). Me duele el codo, el tobillo, la rodilla y parte la región occipital donde se fraguan los resultados de una noche pensando . No se ha roto nada, son contusiones sin importancia; salvo que alguien abandone una exageración y ésta me reviente la prudencia. Pero como de momento no ha ocurrido, no voy a dar la espalda a ninguno de los golpes recibidos. Al contrario, estoy saludando uno a uno, en plan protocolo monárquico, político o futbolístico, para conocer el dolor individual. Foto: Especial/Síntesis Uno de los espacios contusionados me demuestra que existe una relación directa entre el resbalón y el exceso de vueltas dadas sobre un mismo planteamiento. Otro, que prefiere hacerse el nudo (que no el loco),  encuentra una explicación a aquel dolor que -de siempre- arrastra el contexto que nos ocupa. Uno a uno, cada h

Transición

---Retornar: ( 3. tr.) Hacer que algo retroceda o vuelva atrás--- Salía de fuera cuando entró hasta dentro . En el camino alquiló dos películas descatalogadas. Y antes había tirado a la basura las pisamierdas que aún le vinculaban a su otra vida; con ellas había deshecho mil caminos, un recorrido y pateado una calle con rumbo. Pero ahora camina por una cuerda que se ha estrechado justo en el momento en el que su argumento ha ganado peso. Así es la vida , dice el asidero de turno. Mira hacia un lado, hacia otro, hacia arriba, abajo... Reconoce el espacio, se identifica consigo mismo y sigue discurriendo por la cuerda floja. Apenas se ve nada ya. Todo está tan oscuro que no reconoce ni sus pies, pero prefiere oscurecer y fundirse con la oscuridad que morir por no intentarlo. Incluso, por qué no, darse una vuelta por la tenebrosa oscuridad. Entonces se da cuenta de que los viejos monstruos que le inspiraban la creación de mil escudos para protegerse de ellos, ya