Terminó la conversación a su modo, sin escuchar nada a cambio... Mariela Zumbido no quiso saber más de lo que Antonio Jazz tenía que decir. No estaba ofendida conscientemente, pero sí en su fuero soterrado. Está loca por él, sin embargo dispone de un mecanismo que le permite no dejarse llevar por ansiedades traicioneras . Tiene claro que Antonio algún día se decidirá a dar el salto; y ella no tiene prisa. Antonio Jazz, por su parte, hace lo que puede. En general , me refiero. Atiende a sus tortugas de Florida, escribe sus crónicas para el mundo del corazón , come ave-conejo al horno y charla con Mariela. Ayer, se quedó con la palabra en la boca, porque -comento líneas por encima- ella cerró sin concesión. Antonio sabe de sobra qué es lo que llevó a Zumbido a desconectar de aquella manera. Tampoco se altera ni pelea por convencerla de nada . Además no tiene nada claro que vaya a dar el "salto Mariela" . Muchos factores -matiza en la carta que me escribe- tendrían que darse.
Por Dani Seseña