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Mostrando entradas de agosto, 2016

...Pues ya está

Me acosté un poco más tarde de las 3 de la mañana. Ya no quedaba nadie en las redes. Los bares habían cerrado. Agosto en Madrid no perdona. Las pupilas pedían una tregua. Demasiados pantallazos para mis ojos. Apenas dormiría 4 horas, tenía que levantarme pronto no sé por qué, pero debía hacerlo, así que ¡había que empezar a soñar ya! Para ello cree un escenario que mezclaba todo tipo de conceptos cinematográficos, musicales, canallas... Fusión de recuerdos (no vividos) y sensaciones (intuidas) recreadas a partir de historias jamás contadas, que sí anheladas. Deseos que se reivindicaban. A dormir, ¡acción! La película había empezado.  Todo empezaba en la noche de mi debut en el NoteShot, un club de segundas oportunidades para músicos con dudas. Era pianista, tocaba un poco de jazz, algo de soul y soñaba en sueños con blues. Mi nombre era Palermo, así, sin más. Tenía muchas dudas y poca seguridad en mis notas. Pero era mi noche. Me había preparado una batería de monólogos por s

La trompeta y el deseo

La gente inhala humo, vapores huérfanos, suspiros, orgullo, palabras... Pero Pol, por accidente, respiró una frase que abandonó una mujer con la que se cruzó en un momento dado. Decía algo así como que quería alinearse con Lorraine , la trompetista de un cuento no contado. Atrapado por un deja vù o por la extraña sensación de un sueño reciente, Pol quería saber más. Pero cómo. No podía abordarla en medio de la calle para preguntarle por Lorraine. La inquietud y cierto grado de ansiedad le alteraron la noche. Ella se alejaba. Gesticulaba mucho mientras hablaba con su amiga. Movía las manos con tanta expresividad que parecía muda. Entonces empezó a caminar tras ella. Tenía delante un volumen suficiente de gente como para camuflar su persecución. Sin embargo su inexistente entrenamiento como espía la llevó  a desaparecer.  Con mucho ruido en la cabeza y una creciente ansiedad, siguió caminando sin destino fijo. Entró en un club de jazz atraído por el cartel y por la ausencia de

El jinete sin truco

Intenta cada día ponerse de acuerdo consigo mismo; también sin él. Es un juego de escapadas y escapistas. Y él es un mago sin magia en sus manos, pero con ideas claras. Un jinete que cabalga a pie. Se dedica a la gestión de gestos espontáneos en una agencia de puntos sobre las íes. Un trabajo que le obliga a empatizar (o intentarlo) constantemente con las nubes más oscuras que circulan por dentro.  A veces se deshace de un yo y en ocasiones de la segunda persona, pero nunca en plural. Es un tipo muy singular que solo en ese juego de escapadas y escapistas consigue creer que circula magia por sus venas, entonces se saca trucos de una manga ancha que no existe. No tiene público, pero descarga de la nube los aplausos que necesita. En la tormenta diaria, con las ideas claras, los gestos ajenos (gestionados sin trucos), y con esas íes que quieren conectar con el punto que les falta, trata de construir un escenario donde contarlo. Un contexto en el que desplegar su no magia y