El viejo Paco sale sosegado a la calle con sus dos mastines: Pío y Losi . Sosegado porque han bajado las temperaturas; y Pío y Losi por rendir culto a sus fabuladores favoritos. Ambos visten con arnés rojigualdo y él, el viejo Paco, con el atuendo de un Flecha (familiarmente falangista)... poco habitual. Es su costumbre pasear por el barrio, comprar pan de maíz y sentarse en el banco con sus dos criaturas para cantarles la canción del flecha : ¡En pie, flechas de España! Falange es victoriosa. Dame el fusil pequeño, que suena ya una clara voz: Para que yo creciera sobre una Patria hermosa, mis hermanos mayores cayeron cara al sol. Un día dejaremos los viejos camaradas; escuelas y talleres e iremos todos a formar en un soto florido, al pie de las espadas porque la Patria joven ha amanecido ya. Los canes aúllan en los silencios y ladran al final del ruido. Después, el viejo Paco les premia con una galleta. Sosegado y realizado , el viejo Paco vuelve a su casa, que cariñosamente llama
Por Dani Seseña