Ir al contenido principal

Foto de un detalle extraviado

Llegué a la consulta del dentista con muchas cosas en la cabeza. Me senté, previa radiografía, en el diván dental. El doctor Saturno fue claro: He de anesteriarle antes de proceder. Como nunca pregunto, dada la confianza que tengo en su proceder, me relajé, dando por hecho que con su habitual silencio sanearía mi palabra. Nunca siento dolor durante la cura y salgo a la calle con la confianza de saber que lo que digo es cierto. Lo pienso entre dientes y lo verbalizo con eco en el estómago al andar. Pero esta vez pasaba algo extraño. El doctor Saturno me colocó un espejo delante para que no perdiera detalle de lo que pasaba por ahí dentro (la antesala del interior). 

No sé qué necesidad o empuje le llevó a tomar esta iniciativa. El caso es que del espejo salté directamente a los bronquios y me perdí un rato en mi propia respiración. Aquello no era como imaginaba, un mundo desconocido lleno de pequeños detalles; todos esos que pisamos sin querer. Por ejemplo, me encontré con mi abuelo. Él tenía 50 años y yo 12. Vamos, que le resucité en un momento y yo retrocedí más de media vida. Vida es lo que yo no tengo, dijo Saturno. Era la primera vez que suspiraba. Se sentó a nuestro lado y me enseñó por lo bajo una foto que captó desde su Iphone en extrañas circunstancias. Se trataba de la cara de una persona desconocida asomándose (con asombro) a su pantalla. El teléfono disparó por su cuenta y atrapó el rostro de aquel espectro, y desde luego no había sido Saturno el autor del disparo.

Mi abuelo entró en la conversación, sin experiencia móvil. Estaba tan sorprendido que quedó atrapado en un plano que, sin previa revelación, se fue volando. Imendiatamente comprendimos el hecho. En algún momento, en algún lugar, a alguien se le habrá colado una cara ajena en su teléfono. Y ese sólo es uno de los miles de pequeños detalles que había en ese mundo bronquial. Unidos por los nervios, nos relajamos. Después, con el enjuague, volví a la consulta de Saturno con la garantía de haber cerrado un episodio a base de amalgama. Me acuerdo mucho estos días de su abuelo, me dijo antes de irme. Me guardo el espejo. Cuando llegué me eché unas lagrimillas que tenía pendientes, parece ser. En mi teléfono ha aparecido una foto espontánea. Es la imagen de un detalle extraviado.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…

Inquietante.
Unknown ha dicho que…
http://calla-para-siempre.blogspot.com.es/

Entradas populares de este blog

DESASOSIEGO ASPIRADO

No estamos en el Distrito 9 ni ante Terminators ni nada que se le parezca... sí, son aspiradoras. Llevaba con la mía más de 8 años cuando, por un fallo irreparable, me he visto en la obligación de renovar maquinaria absorbente . Así que me he metido en la sección de electrodomésticos de una gran superficie y me he encontrado con esto. ¡Joder, que estas máquinas me están mirando con cara de mala hostia! El mundo de los gadgets ha llegado, para quedarse, al territorio de los electrodomésticos. Impresionante experiencia. Para superar el choque me he ido corriendo al departamento de la tranquilidad , como de costumbre, la charcutería se convierte en mi salvavidas. De vuelta , finalmente me he llevado la más normal. No es ninguna de las que aparecen en imagen. He preferido dejarla reposar en el anonimato... Cuando la he enseñado su nuevo hogar, paradójicamente ha suspirado. Salud!

Twitter y lo que pasa...

Aún recuerdo cuando - allá por 2008 - salíamos a la calle, micro en mano, a preguntar a la gente: ¿Sabes qué es Twitter? Las caras eran un poema y las respuestas , una colección surrealista de posibilidades. Un sujetador, un bar... y sobre todo un "no sé" con risotada adjunta... Ahora, no hay informativo que se resista a su poder, ni país al intento de censura (en vano). Seguramente ésta ha sido una de las semanas más intensas en cuanto a información online al segundo se refiere. A saber, la Ley Sinde y sus movimientos, Álex de la Iglesia y sus acercamientos al 'pueblo de Internet' ; Túnez , Egipto , Jordania y ahora Yemen se remueven por dentro... Los ciudadanos, gracias a las redes sociales entre otras cosas, saben que viven bajo arresto, y no pueden más. Así que empezaremos el programa por nuestro Intérnate de la semana . Es decir, lo más movido de la Red y lo que viene; y en este particular destacamos un documental sobre el periodista 'mágnum' Enrique Me...

El Cerrojo

Abrí para pedir un café, pero una mirada (que vale 1.000 vocablos) me cerró la puerta. Esperé a que pestañeara, pero solo un párpado estaba por la labor de ceder. El otro protegía -con todo- el ojo avizor. Saqué una llave en son de paz. Dio un golpe en la mesa como respuesta. Intenté darle mi brazo al torcer. Sacó un as. Yo pinté bastos. “El cerrojo, aunque no lo creas lo llevas tú”, me dijo en tono conclusivo. Cuando miré mis manos para intentar descifrar sus palabras la camarera me sirvió un café. No entendí mucho lo sucedido, y menos cuando me giré hacia la puerta nadie miraba. Solo quedaba la mirilla, hidroalcohol y una propina.