Ir al contenido principal

La última cena y el instante secuencia

Acabo de comprar una cámara de fotos que rueda y nada más pagar me he metido dentro de ella. Su mirada no es como siempre he imaginado. Es tan amplia que no hay gran angular que la iguale. Desde su introspección deduzco la mía; desde su vista enfoco mi objetivo, que ya no está en el futuro sino en lo que está, que es primo de lo que viene. Guiño un ojo y escucho su pupila. Dice ésta que aprende gracias a la síntesis que se abrió paso entre lo complejo y la cámara que la amamantó; que no parió.

Dice la cámara que está muy lejos de desear atraparme. Sólo quiere retratarme; aunque yo no admita retratos. Dice/susurra que no hay plano dentro de uno mismo que no proyecte argumento sin frases por hacer, porque las frases se construyen fotografiando el sentido común. Y yo contesto con paciencia -porque no me siento del todo mal dentro de un mundo que siempre percibí a través de proyecciones ajenas- que la fantasía es un lujo en vías de extinción. De hecho recuerdo ahora por qué un ilusionista (que a veces pienso soy yo, sin ser yo mismo) buscó la forma de convertirse en proyeccionista sin éxito a un palmo de mí.

Desde el fracaso más rico busco ahora el momento de rebelarme contra un revelado invasivo. No quiero desvelar el secreto de una cara no vista, gracias a la cruz que la tapó. Desde dentro de una cámara acorazada, con un objetivo tan discreto como la luz de la tarde, intento convertirme en quien soy. Y lo hago para ser amante de la fotografía nunca hecha, y enemigo por lo civil de un instante que nunca casó con el largo plazo. Y al final de esta película encuentro el fotograma de salida...

...Un marco sin marcar con las cartas sin trucar. Y en este lugar me encuentro con todo tipo de posibilidades para hacer el amor en el plano secuencia que ella me prometió cuando estábamos sentados frente a la costa de un flash que ilumina la línea que dibujó desde lo lejos. Y hoy, obturado el paisaje, entiendo desde mi sofá (ya lejos de lo rodado) que cuando una película recorre el recuerdo (incluso el que no es aún) un guión se escribe entre lo que fuimos y el dibujo que trazamos desde la primera cena; que no (ni nunca) será la última.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
En la vida, cada final (menos la muerte) es siempre el principio de algo nuevo.

POSDATA: A veces, mirar atrás nos da la fuerza para seguir adelante.

Entradas populares de este blog

DESASOSIEGO ASPIRADO

No estamos en el Distrito 9 ni ante Terminators ni nada que se le parezca... sí, son aspiradoras. Llevaba con la mía más de 8 años cuando, por un fallo irreparable, me he visto en la obligación de renovar maquinaria absorbente . Así que me he metido en la sección de electrodomésticos de una gran superficie y me he encontrado con esto. ¡Joder, que estas máquinas me están mirando con cara de mala hostia! El mundo de los gadgets ha llegado, para quedarse, al territorio de los electrodomésticos. Impresionante experiencia. Para superar el choque me he ido corriendo al departamento de la tranquilidad , como de costumbre, la charcutería se convierte en mi salvavidas. De vuelta , finalmente me he llevado la más normal. No es ninguna de las que aparecen en imagen. He preferido dejarla reposar en el anonimato... Cuando la he enseñado su nuevo hogar, paradójicamente ha suspirado. Salud!

Twitter y lo que pasa...

Aún recuerdo cuando - allá por 2008 - salíamos a la calle, micro en mano, a preguntar a la gente: ¿Sabes qué es Twitter? Las caras eran un poema y las respuestas , una colección surrealista de posibilidades. Un sujetador, un bar... y sobre todo un "no sé" con risotada adjunta... Ahora, no hay informativo que se resista a su poder, ni país al intento de censura (en vano). Seguramente ésta ha sido una de las semanas más intensas en cuanto a información online al segundo se refiere. A saber, la Ley Sinde y sus movimientos, Álex de la Iglesia y sus acercamientos al 'pueblo de Internet' ; Túnez , Egipto , Jordania y ahora Yemen se remueven por dentro... Los ciudadanos, gracias a las redes sociales entre otras cosas, saben que viven bajo arresto, y no pueden más. Así que empezaremos el programa por nuestro Intérnate de la semana . Es decir, lo más movido de la Red y lo que viene; y en este particular destacamos un documental sobre el periodista 'mágnum' Enrique Me...

El Cerrojo

Abrí para pedir un café, pero una mirada (que vale 1.000 vocablos) me cerró la puerta. Esperé a que pestañeara, pero solo un párpado estaba por la labor de ceder. El otro protegía -con todo- el ojo avizor. Saqué una llave en son de paz. Dio un golpe en la mesa como respuesta. Intenté darle mi brazo al torcer. Sacó un as. Yo pinté bastos. “El cerrojo, aunque no lo creas lo llevas tú”, me dijo en tono conclusivo. Cuando miré mis manos para intentar descifrar sus palabras la camarera me sirvió un café. No entendí mucho lo sucedido, y menos cuando me giré hacia la puerta nadie miraba. Solo quedaba la mirilla, hidroalcohol y una propina.