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El agua del florero tras la idea y el berenjenal

Estaba terminando de beberme el agua de mi último florero sin romper cuando surgió la idea entre el berenjenal. Intentaba abrirse paso con el ingenio de un susurro que está a punto de pronunciarse. El agua iba camelándose a mi esófago con todas las artimañas del mejor tinto. Por fin podía mirar de frente todas aquellas berenjenas; un bosque que llevaba cultivando (mitad consciente, mitad inconsciente) desde que alguien me arrancó de mi raíz. La altura de las ramas y la frondosidad habían aumentado tanto que apenas dejaban ver el fondo de la cuestión: un barrizal de dolor mezclado con fluidos originales, ganas de comer y la necesidad de salir.

La idea seguía su curso. El vino también. Y desde mi sitio -bien plantado- entendí que era hora de ponerme a parir. Una autocrítica con el atuendo de un comadrón. Y de fondo una salida posible: trazar un mapa una vez entendida la radiografía de aquel interior tan externo. Del techo surgió una liana y de la liana brotó un sueño asidero al que me agarré. Al elevarme pude capturar una perspectiva general de la jugada. Entonces lo vi todo tan claro como el empuje de la idea de la idea peleona. Decidí comenzar a segar despacio. Despacio significa al ritmo de las necesidades, es decir, no erradicando sino transformando (reconstruyendo). 

Alguna mala hierba (muy debilitada por la caducidad y la lógica) quiso parar el proceso sin éxito. Pero cuando uno dibuja el mapa, ya solo ve el tesoro. Otra cosa es qué se entienda por tesoro... Y en este escenario se trata de una composición de lugar, elementos, ideas, berenjenas, procesos, ideas, asideros oníricos, vino y unos labios ajenos que esperan el momento (con paciencia) de entender qué hay detrás del primer beso. No es ceguera, es realidad, sin embargo como la ficción lleva años fertilizando a sus anchas y los frutos son tan mutantes y tangibles, hay que realizar el doble de esfuerzo de lo 'normal' para entender la composición del todo...Un 'todo', travestido de 'parte' a lo largo de la vida. Y ahora toca repartir.  Esa es la idea.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Somos fotogramas sin montar de nuestra película propia, somos pedazos rotos de nuestro cacharro único e irrepetible, somos partes de un todo, y en todas partes dejamos trozos de fotograma, de cacharro y de todo lo que somos, hemos sido y seremos. Un lío.
PTT

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