
Y
así un día tras otro... Noche tras noche. Las fotos con fondos
cambiantes me llamaban, pero no podía estar delante de ellas. Era
todo un boicot a mi intención.
Ayer,
sin embargo, en una jugada consciente -mientras me desvelaba a las 4
de la mañana- encontré una fórmula para engañar al engaño con
mentiras sinceras y distraerlo durante unas horas. El problema fue
que la exposición había terminado y en su lugar di con una sala
llena de información inconexa que agitaba por dentro al observarla.
Se titulaba El dato de reojo y
consistía en un conjunto de hechos, datos (netos y brutos),
noticias que nunca habían sido comunicados. De todas la formas y
fondos. Me quedé perplejo, no podía parar de leer, de mirar, de
interpretar, de preguntarme por ésto y lo otro. Y así pasaron las
horas hasta que me quedé solo y cerraron; casi tuvieron que echarme.
Decidí
volver dando un paseo. Tenía una extraña sensación de desarraigo
difícil de procesar. Sólo haciendo el camino al andar -pensé-
podría depurar este malestar; porque es lo que era, puro malestar.
Una agria sensación de ser pero no estar o de estar pero no ser del
todo. Y para colmo se mezclaba con la típica paranoia de que la
gente me miraba, en concreto los mayores. Mayores imaginarios que
me decían: “Tú eres de por ahí”. Tras tanto contacto con los
datos; con tanta pregunta surgida de la nada cuando me dirigía a un
todo anhelado y prohibido, aquellas fotos con fondo variable; con
tanto esfuerzo realizado contra la parálisis propia... Me había
quedado, de pronto, sin sitio. El camino a casa se había convertido
en una huida, en un regreso, en un progreso, en una afirmación, en
una búsqueda del origen que consolidara mis decisiones.
Lo
más absurdo y esperanzador de este trayecto es que cuando llegué,
con cierta ansiedad, alguien me había dejado en la puerta de mi casa
una foto sin marco y con contexto por escribir. En el reverso una
nota decía: “Por ahí se llega al fondo del instante. Fdo.: Una
desarraigada de libro”.
--------
* Entrada inspirada en este "tuit" de la periodista Violeta Molina: "No pareces andaluza, tienes pinta de 'por ahí' acaban de decirme en mi pueblo #Desarraigo. Gracias @violetamolina!
Comentarios