Hoy he hecho mi entrevista número 1001 como periodista ficción. Se la he realizado a Mario Benet, un mafiosillo de barrio que ha decidido cantar. Su época de esplendor tuvo lugar entre finales de los 70 y mediados de los 90. Dio conmigo a través de una voz perdida que procedía de un teléfono ajeno en "el 52" (autobús regular de la EMT). Aquella voz hablaba de mi supuesta hablilidad para cominicarme con personajes borrados o directamente inexistentes. "No, no está loco, ni es un medium; sencillamente se interesa por ellos y después ellos le hablan, le putean o le presentan a terceros", decía aquel... tercero. Aquello conectó a Benet con la conversación. Después, a pesar de su tercera edad, Benet recordó su agilidad en el arte de la sustracción y se apropió de aquel 'móvil' para llamarme.
Acostumbrado a dicha costumbre no me sorprendió su llamada. Desde el principio me interesó su historia. Hablaba de decadencia; de buenos momentos; de reflexiones mafiosas mezcladas con dinero circulante e indiferente; de traiciones y pasiones; de letras ensangrentadas. Pero sobre todo, tenía una historia (a medias) que contar, una trama que si fuera una película planteraría un principio claro, un nudo grueso y lleno de rugosidades oscuras, pero sin noticias del FIN. Y para eso Benet había acudido a mí, para conocer el final (si es que lo había) y para saber si él estaba entre los directamente inexistentes o entraba en la categoría de borrados.
Acostumbrado a dicha costumbre no me sorprendió su llamada. Desde el principio me interesó su historia. Hablaba de decadencia; de buenos momentos; de reflexiones mafiosas mezcladas con dinero circulante e indiferente; de traiciones y pasiones; de letras ensangrentadas. Pero sobre todo, tenía una historia (a medias) que contar, una trama que si fuera una película planteraría un principio claro, un nudo grueso y lleno de rugosidades oscuras, pero sin noticias del FIN. Y para eso Benet había acudido a mí, para conocer el final (si es que lo había) y para saber si él estaba entre los directamente inexistentes o entraba en la categoría de borrados.
Comentarios
Que continúe, que continúe…
Un abrazo, grp