Este post es una respuesta. Ante la pregunta de el/la fiel lector/a apodado grp, sobre si estoy recortando... Contesto en modo entrada: Es posible que los efectos austeros contagien a las ocurrencias. Si bien es cierto que no cesan, porque siguen circulando entre ideas no expresadas, células, bacterias, nervios y pensamientos tan puros como impíos, igual de cierto es que encuentro más obstáculos (tangibles e inexistentes) a la hora de llevarlos al 'papel'.
Tengo una legión de personajes atrapados peleándose por ser entrevistados. Hay de todo: dos hermanas que juegan a ser gemelas cuando sólo son monjas; un ingeniero del sueño, que no pega ojo; un niño con muy mala hostia que no hace más que buscar las cosquillas a todo el mundo, pero que él no responde a dicho estímulo; un vendedor de excusas; una aventurera muda que habla por los codos gracias a una aplicación; un inventor deprimido; una deprimida que comercia con activos de optimismo tóxico... En fin. Un mundo.
Prometo dar salida a esta panda de creadores y creadoras, pero necesito pasar por la necesaria transición de acoplamiento (que nada tiene que ver con la copla) a la era táctil, que me tiene confundido y algo alejado de la tecla; aunque no puedo prescindir de ella.
PD.: Gracias por interesarte, grp.
Comentarios
Tu respuesta deja claro que la cosa no va de escasez de ocurrencias y yo vuelvo a oir susurros en la cocina, todo en orden.
Muchas gracias por esta estupenda entrada-respuesta, no parece que de momento La Tecla te guarde ningún rencor.