
Estuvieron charlando un buen rato. Sastrillo detectó una alteración en la Fuerza desde su Tokio natal, y a través de una tecnología que ha inventado recientemente, pudo acudir, cual holograma de cal, en ayuda de su desesperado amigo Tono.
Tono lleva 3 años sufriendo una humedad en la pared de su piso que no desaparece, y cuando lo hace, reaparece en otro muro. Lo ha probado todo: Exorcistas, fontaneros, zahoríes, kioskeros en paro, chapucillas rumanoides, intelectuales sin gente con la que hablar, albañiles, gaiteros, ilusos, personajes que sólo piensa en competir... y nada. Nadie ha dado con la fuente de la desdicha.
Pero Sastrillo y su visión global de todo, ha dado con la solución. Deja la humedad y gira la cámara de vídeo nocturna hacia ti. Le dijo en tono dogmático. Tono, obediente, captó la metáfora y compró una cámara con la que empezó a grabarse a sí mismo mientras dormía; ignorando la humedad exterior de la pared interior.
Tras unas cuantas grabaciones, siguiendo las instrucciones de Sastrillo, decidió ver los vídeos. En el resultado encontró el origen del problema y la solución. ¡Por fin! La sorpresa fue mayúscula: resulta que algo le hace llorar desconsoladamente cada noche. Las lágrimas, como un torrente inacabable, se van filtrando por las paredes... Y así durante 3 años.
De momento ha decidido, como medida cautelar, reconducir sus lágrimas nocturnas. Después, me cuenta Sastrillo, se va a hacer mirar el otro origen, el de su llanto sonámbulo.
Comentarios
Qué bueno.