
Pascual salió de Madrid, como tantos indígenas de ciudad, para romper con no sé qué... Y por casualidad estacionó en Pesquisa. Paró en un bar de carretera, se tomó una Mirinda sin gas como excusa para pasar al baño. Y ahí se encontró con una virgen; 'la de la carrtera secundaria', la llaman.
Con la mirada y él ya sin la Mirinda, ésta le dio a entender que debía quedarse en Pesquisa. Con los ojos como platos salió Deoído del bar, arrancó el coche y se alojó en el primer hostal que pilló.
Pasaron los días. Se dedicó a bucear. Su vieja afición. Y fue en una cueva, tras disparar sin éxito a una Dorada, cuando volvió a recuperar la visión mariana del asunto. En este caso y bajo el agua ella sí le habló: Debes aprender a coger aire y tragártelo; aprende a guardarte las cosas, deja ya de hablar de más. Calla y otorga, que aquí tienes tu 'dorada'.
Salió de la cueva, emergió, se doró la espalda con el sol de Pesquisa y decidió cambiar de vida. Así que aquí tenemos a un indígena de ciudad que no va a volver de vacaciones. Se queda en el sur, en Pesquisa.
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Cuanto me gusta que estés por aquí refrescándonos con tus entradas veraniegas.