Antes de meterme de lleno en una nueva temporada de delirios y personajes de aquí y allá, quiero compartir algo bueno con todos. Se trata de una casa rural en la que he pasado días muy felices. Aunque ya lo hice tras ese extraño viaje a León, reconozco que me resulta difícil escribir sobre algo tan tangible, real y tan personal; de un verdadero elogio al buen gusto y a la 'comodidad' (entiendo que estar en una aldea de 6 casas en plena frondosidad asturiana no tiene por qué resultar cómodo a todo el mundo).
Entonces, ante estos casos, a uno le suele salir el egoísmo para evitar que un vergel semejante no sea descubierto más que por unos pocos... y ante la pregunta de ¿qué tal tus vacaciones? prefiero responder con un mentiroso: "mal, mal tiempo, pésimos sitios...". Vamos, esa forma clásica de desanimar al personal a invadir tu pequeño descubrimiento.
Merece la pena hacer una excepción, concluyo. Se llama Ca'Pacha y son una serie de apartamentos RURALES situados en Allence, a unos 6 Km de Pravia (Asturias). La finca es una casona entrañable y 'guapísima' (como dirían allí) que resurgió de sus cenizas gracias al empeño de Irene y Nacho, los autores de esta obra de arte. Dos personas -como el lugar- encantadoras, y que... encantados te abren una puerta 'fuera de carta'. En una conversación nos regalaron un itinerario paisajístico y gastronómico más allá de lo rutas habituales. El resultado: Acierto + acierto = a 5 días inolvidables.
Inpresionante frondosidad, aroma a leña, a montaña, a hierbabuena (crece salvaje al pie de los estrechos caminos de arena)... Sí, también a 'vaques' y a mar (playas paradisiacas a pocos kilómetros, como la del Silencio); lugares llenos de sabores auténticos, como los que se pueden degustar al ritmo de la sidra en Casa Vila (tienda de alimentación y taberna en pleno corazón de Pravia)... La sidra, por supuesto, escanciada por el mismísimo señor Vila, un tipo con el que merece la pena charlar mientras te tomas sus tortos y cachopos, o su sencilla ensalada (que pasa de ser el típico plato de transición a un plato en sí mismo, donde cada ingrediente -sobre todo el tomate- es protagonista y brilla por su intenso sabor).
Más cosas: Oviedo a 40 kilómetros, Gijón lo mismo... Cudillero, Soto del Barco (Sotú Barcul), El Nalón y el Narcea, Somado (Somao)... o el mismo Pravia, que posee un encanto de cine. A mí, personalmente me recuerda a Lisboa, por su luz, sus balconadas de madera y cristal, por esas casas de principios del S.XVIII como las de los Canónigos y cómo no ese aire a elegante decadencia. Y por todo lo subjetivo que a uno se le ocurra.
Ha sido un pequeño e intensísimo viaje fruto del azar internetero... es decir, cerrado a última hora -al más puro estilo procrastinador-. Un lugar que recomiendo a todo aquel que quiera darse un baño de tranquilidad, buen gusto, amor por la gastronomía y con necesidad de llenar la retina con otros colores. En una palabra: Ca´Pacha.
Otros restaurantes imprescindibles:
El patio de Balbona (Pravia)
El Pescador (El Pito, a 2 Km de Cudillero)Entonces, ante estos casos, a uno le suele salir el egoísmo para evitar que un vergel semejante no sea descubierto más que por unos pocos... y ante la pregunta de ¿qué tal tus vacaciones? prefiero responder con un mentiroso: "mal, mal tiempo, pésimos sitios...". Vamos, esa forma clásica de desanimar al personal a invadir tu pequeño descubrimiento.
Merece la pena hacer una excepción, concluyo. Se llama Ca'Pacha y son una serie de apartamentos RURALES situados en Allence, a unos 6 Km de Pravia (Asturias). La finca es una casona entrañable y 'guapísima' (como dirían allí) que resurgió de sus cenizas gracias al empeño de Irene y Nacho, los autores de esta obra de arte. Dos personas -como el lugar- encantadoras, y que... encantados te abren una puerta 'fuera de carta'. En una conversación nos regalaron un itinerario paisajístico y gastronómico más allá de lo rutas habituales. El resultado: Acierto + acierto = a 5 días inolvidables.
Inpresionante frondosidad, aroma a leña, a montaña, a hierbabuena (crece salvaje al pie de los estrechos caminos de arena)... Sí, también a 'vaques' y a mar (playas paradisiacas a pocos kilómetros, como la del Silencio); lugares llenos de sabores auténticos, como los que se pueden degustar al ritmo de la sidra en Casa Vila (tienda de alimentación y taberna en pleno corazón de Pravia)... La sidra, por supuesto, escanciada por el mismísimo señor Vila, un tipo con el que merece la pena charlar mientras te tomas sus tortos y cachopos, o su sencilla ensalada (que pasa de ser el típico plato de transición a un plato en sí mismo, donde cada ingrediente -sobre todo el tomate- es protagonista y brilla por su intenso sabor).
Más cosas: Oviedo a 40 kilómetros, Gijón lo mismo... Cudillero, Soto del Barco (Sotú Barcul), El Nalón y el Narcea, Somado (Somao)... o el mismo Pravia, que posee un encanto de cine. A mí, personalmente me recuerda a Lisboa, por su luz, sus balconadas de madera y cristal, por esas casas de principios del S.XVIII como las de los Canónigos y cómo no ese aire a elegante decadencia. Y por todo lo subjetivo que a uno se le ocurra.
Ha sido un pequeño e intensísimo viaje fruto del azar internetero... es decir, cerrado a última hora -al más puro estilo procrastinador-. Un lugar que recomiendo a todo aquel que quiera darse un baño de tranquilidad, buen gusto, amor por la gastronomía y con necesidad de llenar la retina con otros colores. En una palabra: Ca´Pacha.
Otros restaurantes imprescindibles:
El patio de Balbona (Pravia)
Tierra Astur (Oviedo)
La Pomarada (Oviedo)
Salud!
PD.: En la web está el contacto y toda la información.
Comentarios
Sin embargo, entiendo que hayas roto tu tradicional estilo "Casimiresco" para alabar lo que no es sólo pueblo, paisaje, sabor, olor, sino un momento de TU vida, plena de sensaciones, plena (dicho con acento asturiano).
Se te permite.
Hemos estado tres veces,pero esta parte no la conocemos,ahora la conoceremos te lo juro por "snoopy"
Me encanta esa tierra....
Un saludo
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