Es jodido llegar de vacaciones y encontrarte tu casa desvalijada. Seca. Le ha pasado a Dieguito Santurce. Un amigo lejano (tirando a invisible) que echó todos los cerrojos posibles e imposibles; blindó puertas y ventanas; hermetizó cada habitación; envasó al vacío los cuartos de baño; conectó las alarmas; y encendió las cámaras vigilantes. ¿Qué pasó entonces? ¿Quién puede robar en semejante fortín? ¿A quién se le ocurre?
...A alguien que entró por el único lugar que se dejó abierto: su portátil. Las cámaras le grabaron mientras pasaba con total naturalidad; hasta saludó y todo. Y ese alguien era un conocido suyo llamado José Luis Estancia. 'Amigo de sus amigos'. De profesión cerrajero inverosímil con dotes extrapolables fue, con mucha paciencia, copiando, pegando y pasando objetos al otro lado de la pantalla hasta hacer su personalizado trasvase Tajo - Segura. Después, abrió la nevera, sacó una lata de cerveza y celebró su éxito.
Dieguito Santurce no puede salir de su asombro. Está encerrado en él. Bloqueado por fuera y al vacío por dentro, como sus aseos. Él que pensaba que había logrado atar su vida a la estructura forjada en tantos años, y ahora resulta que ésta (su vida) rompe amarras y se independiza de de todo. Y todo por una puerta que no ha sabido cerrar, porque no ha entendido cómo abrirla. Como dice Catalina Opaca, la aspirante perenne a portera de bloque estanco, ¡¡Es que esto de los interneses no hay quien lo entienda!!
Comentarios
Qué bien escribe usted, Estimado.
Hay que dejar abierta la conexión a pesar de que se cuelen los 'amigos de sus amigos'o incluso 'los que se visten por los pies'. Porque ya de paso llegan por el internéss todas estas palabras que juegan, sorprenden e incluso a ratos se te pegan irremediablemente.