
Pero Alemania no entiende de esternones hinchados, ni de fueras de juego, sólo de hinchas dispuestos a darlo TODO por sus pechos; esos capaces de alimentar a un continente entero. Alemania es completa, no es bella, para nada, pero atrae. Tiene la virtud de jugar con todos y a la vez, manejar las mismas tarjetas (rojas y amarillas) que supuestamente administran los árbitros. Ella es grande, canta y expulsa, sonríe y regaña, marca el ritmo y los acordes de la canción, reparte juego y saca jugo. Es la más deseada. Y ellos, Los Rescatados, son nombre y coro.
Dispuesta la partitura, sólo quedan cuatro, Alemania y Los Rescatados. ¡Gooooooool! Dice el estribillo. Pero como pasa en muchas bandas -eurogrupo, más bien, en este césped escupido- pasarán a ser tres, luego dos y al final sólo una voz cantará la última palabra. Y será en ese momento en el que unos gozarán con el final del concierto (cantando This Is The End y/o We Are The Champions) y otros (incluidos los mismos que gozan) seguirán perdidos en la teta, donde empieza todo...
Comentarios
Y me recuerda a la película de "Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar" de Woody Allen en la que decía (refiriéndose a las tetas) "son muy peligrosas y, suelen ir de dos en dos" ....
Y qué te voy a decir de la teta, ahí está la foto, el pie y el final del post. Todo un do de pecho a crédito para los rescatados... Y el eterno retorno, claro.