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ANCHAS VÍAS ARGUMENTALES

Fui al veterinario, alarmado por las dolencias de mi perro, pero fui yo quien me quedé ingresado de urgencia. ¿Diagnóstico? Autoconfusión sin paliativos. Mi perro, alarmado por las dolencias, acudió a mi psicoanalista en busca de respuestas; pero no pasaba consulta, había perdido a su gato, quien al parecer, salió en busca de una gatita a esa hora maldita en que los bares a punto están de cerrar (Que se llama Soledad, Joaquín Sabina)... Y no había regresado.

Así que me encontraba en una mesa de operaciones tan fría como metálica. Sin poder intervenir y atado a un tubo que me estaba metiendo argumentos por vena. El doctor, un veterinario con mucho recorrido, aseguraba que mis dolencias son lo más extraño que ha visto en un cuadro jamás; y que habían de tratarse aquí, donde estoy. De ahí que mi perro estuviera esperando el retorno de mi psicoanalista. Porque es muy de hacerse mirar las cosas... Pero mi médico no aparecía y mi perro empezaba a inquietarse.

Apenas podía moverme, los argumentos necesitaban un periodo de adaptación, eso si mi mente no los rechazaba antes. En tal caso, comenta el veterinario, habría que pensar en un trasplante del aparato integrador. ¿Existe eso? Claro que existe, pero sólo lo conocermos, paradójicamente, los veterinarios licenciados en Ciencias Argumentales. Ahora entiendo por qué mi perro es tan listillo...

Abro los ojos al día siguiente y, lejos de que haya sido todo un sueño, sigo anclado a la vía. Eso sí, veterinario, psicoanalista y mi perro, me observan. Uno, mi perro, desde una silla con forro de vaca; otro desde su posición veterinaria; y el tercero (sin gato... encerrado) se dirige a mí desde detrás, aunque mi diván no sea tan cómodo como el de su consulta. Insisto, no es un sueño. Es un argumento... O sea, que tampoco es real. Pero me sirve para pensar en que esta historia no ha hecho más que empezar. Parece que mi mente ha aceptado la trama veterinaria.

Comentarios

grp ha dicho que…
Acabo de dar con el 'kit' de la cuestión, que diría aquel: llevo días inquieta a pesar de que me sobraban los motivos.. pero claro, lo que me estaban faltando eran argumentos.

Gran momento el que he pasado caminando por esta ancha vía.

(y creo que la imagen 'perro con vaca al fondo' me perseguirá una temporada, jaja).

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