Como conserje vuestro que soy os debo una explicación, gritaba en mi sueño desde lo alto del balcón del bajo Izquierda. Tantos años vendiéndonos la venta como la mejor inversión en uno mismo, pensaba yo tras mi sueño, y ahora Eugenio encuentra su yo más genuino a través del alquiler. Tráfico de porteros, conserjes en alquiler, camellos del chascarrillo, portadores de verdades vecinales, responsables de portal, portales que hablan. Sea como sea su mundo exterior -repleto de interiores-, sin ellos, estamos... vendidos.
Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba. El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai
Comentarios
Yo conocí a uno y sin duda es la persona que más contenta se puso cuando leí la tesis:
- Ya soy doctora!-le dije
- Por fin tenemos un médico en la escalera!!- se puso a gritar como un loco.
Nunca le saqué de su error, así que quedé completamente vendida...a su salud.