
Me conecté a Internet nada más llegar a casa. Tenía a medio bajar el capítulo 2 de la sexta temporada de 24. Ya sólo quedaban 15 minutos. Me puse a colocar las cosas en su sitio. Cuando finalmente cogí el ticket de la compra me di cuenta de que me habían colado un kilo de mandarinas de más. ¡Joder! Ya veía a la cajera cuadrando a mi costa. ¡El regalo de Paquito, mierda! Me bajé al Vips y le compré una linterna de esas que enchufan una luz azul muy potente. Él es manitas informático de profesión y devoción, y sabía de buena tinta que la quería. No vayan a pensar que cogí lo primero que se me ocurrió. Nada de eso. Cuando volví a casa, el capítulo de 24 ya estaba descargado. Me preparé para el gran momento. Domingo, tres de la tarde, a unas 18 horas de volver al curro… Un vinito, tranquilidad y unas doradas costillas… Y la siesta después esperándome. ¡Salud!
Comentarios