El temblor ha marcado unos 7 grados en la escala Twitter... Una burrada, dicho en plata. El planeta se ha colapsado por un momento, desde dentro. El mundo aparte, o sea la tierra por fuera, no ha aparentado sufrir grandes problemas, pero su interior, es decir la Red, ha vivido momentos de locura extrema. Aún no se conocen los detalles, ni se conocerán. Mientras tanto, los tuiteros siguen seguidos y/o siguen siguiendo. Así es el juego.
La locura ha consistido en que un error desconocido, un ataque ingenioso o un gas sublimado en tuit, ha logrado que los seguidores de unos y de otros se entremeclen. No en grupo, sino en grupos... De repente, los más ególatras y coleccionistas de seguidores, se han encontrado sin sus legiones de fans, a cambio tienen a los tres que siguen a algún donnadie; por el contrario, algún recién llegado a Twitter se ha visto rodeado de miles de seguidores ajenos.
...Dos de estos ciberególatras se han enzarzado a hostias dialécticas. El motivo: acusarse mutuamente de robar ejemplares de 'followers'. Ha sido el momento -como se dirían en tele- más visto, más seguido; que ha coincidido con ese marcado 7º en la escala Twitter. Después todo ha vuelto a la normalidad, cada cual con su ego, su vela, sus obsesiones, sus ingeniosos tuits, sus seguidores, sus decisiones de seguir, o no, a éste o a este otro... En definitiva, así está el Patio.
La locura ha consistido en que un error desconocido, un ataque ingenioso o un gas sublimado en tuit, ha logrado que los seguidores de unos y de otros se entremeclen. No en grupo, sino en grupos... De repente, los más ególatras y coleccionistas de seguidores, se han encontrado sin sus legiones de fans, a cambio tienen a los tres que siguen a algún donnadie; por el contrario, algún recién llegado a Twitter se ha visto rodeado de miles de seguidores ajenos.
...Dos de estos ciberególatras se han enzarzado a hostias dialécticas. El motivo: acusarse mutuamente de robar ejemplares de 'followers'. Ha sido el momento -como se dirían en tele- más visto, más seguido; que ha coincidido con ese marcado 7º en la escala Twitter. Después todo ha vuelto a la normalidad, cada cual con su ego, su vela, sus obsesiones, sus ingeniosos tuits, sus seguidores, sus decisiones de seguir, o no, a éste o a este otro... En definitiva, así está el Patio.
Comentarios
A día de hoy sigo siendo una de esas donnadie (en twitter, se entiende) que mencionas, con mi único pero gran seguidor.