
En un momento dado, pisa sin querer a un joven pasajero que estaba sentado. Amablemente éste no duda en advertir amablemente a la señora de que le está haciendo daño en su pie derecho. Ofendida sigue a lo suyo y enfoca su discurso hacia el chico. “Qué mal está el país”, “Todo es culpa de esta porquería de gobierno”, “ZP nos va a hundir”. El joven pasajero le dice que él sólo le pedía que no le pisara más.
De pronto otra viajera se levanta y ruega sin amabilidad a la señora que se calle de una vez. Antes de que termine la petición, un señor surge del fondo del autobús, se acerca al enclave del conflicto y grita: “Yo soy el marido”... Todo apuntaba a que allí se iba a organizar una buena tangana.
Nada más lejos de la realidad. El mismo marido, en idéntico tono que su mujer, se dirige al público para enunciar lo siguiente: ¡Ustedes la están aguantando un ratito, yo la tengo que aguantar todos los días! Mi amiga y sus acompañantes se miraron aliviadas. La señora, ofendida, asegura que se va a hablar con la conductora convencida de que escucharía su discurso. Pero a medida que ve venir a "nuestra protagonista" por el retrovisor interior, frena el autobús y a ella se dirige enfervorecida: ¡Mire señora o se baja o se calla!; por este orden. Usted verá. Espontáneamente, el respetable comenzó a aplaudir.
Esta historia está basada en un hecho real... muy reciente.
Esta historia está basada en un hecho real... muy reciente.
*La fotografía nada tiene que ver con la historia, la encontré buscando en Google bajo el motor de búsqueda: "señora grita". Lo prometo.
Comentarios
SALU2
Saludos Dani y enhorabuena por el trabajo que haces en Cámara Abierta.
Un saludo.
Un saludo