Toca pasar la ITV y aunque no soy de los que utilizan mucho el coche, no puedo evitar estos días fijarme en los turismos ajenos. Concretamente en sus parabrisas y en sus asientos delanteros. Por qué, porque después de un paseo largo, me fijé en que muchos parecen profesar una religión pro ITV que no termino de comprender. Ahí lo veis... Ristras de pegatinas caducadas. Me fui a bucear por la normativa y según ésta –les digo a los coleccionistas de años pasados- podéis estar tranquilos: ¡no es obligatorio apilar fechas, vale con que dejéis visible la última! Lo digo por si no lo sabíais.
De igual modo, también podéis quitar los chalecos fosforitos de los asientos delanteros. En efecto, tampoco la Ley os obliga a ponerlos como camisetas en los respaldos. Veo que unos cuantos se han tomado muy enserio aquello de llevarlos a mano en el coche. En fin. Que no pasa nada por dejarlos plegados en la guantera, eh? No se inflan como los de los aviones...
Volviendo en dirección pegatas de colores, digo yo que igual es un reflejo de lo que cuesta desprenderse a veces de elementos del pasado, de recuerdos, de cosas que han significado algo en épocas anteriores. Recomiendo un paseo –con mirada cínica- por la wiki de Diógenes Laercio. Aboguemos por la catarsis doméstica, material, tiremos cosas de una vez y centrémonos en lo que hay y como consecuencia, lo que vendrá. Pero sin pasarse con extrema atención a futuros, porque como decía el maestro Lennon: El presente es aquello que se pierde mientras miramos al futuro. Y añado: también nos lo podemos cepillar -el presente- si le damos demasiada bola a lo vivido en pretéritos perfectos.
De igual modo, también podéis quitar los chalecos fosforitos de los asientos delanteros. En efecto, tampoco la Ley os obliga a ponerlos como camisetas en los respaldos. Veo que unos cuantos se han tomado muy enserio aquello de llevarlos a mano en el coche. En fin. Que no pasa nada por dejarlos plegados en la guantera, eh? No se inflan como los de los aviones...
Volviendo en dirección pegatas de colores, digo yo que igual es un reflejo de lo que cuesta desprenderse a veces de elementos del pasado, de recuerdos, de cosas que han significado algo en épocas anteriores. Recomiendo un paseo –con mirada cínica- por la wiki de Diógenes Laercio. Aboguemos por la catarsis doméstica, material, tiremos cosas de una vez y centrémonos en lo que hay y como consecuencia, lo que vendrá. Pero sin pasarse con extrema atención a futuros, porque como decía el maestro Lennon: El presente es aquello que se pierde mientras miramos al futuro. Y añado: también nos lo podemos cepillar -el presente- si le damos demasiada bola a lo vivido en pretéritos perfectos.
*La imagen superior pertenece a bp3.blogspot.com
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Alejandro M.