Ir al contenido principal

LA TRAMA ENANO GIGANTE

Joaquín Exacto es un tipo curioso. Hace tres meses se sometió a una intervención judicial y salió operado de fimosis. Hoy sólo mira por el rabillo del ojo. Nunca directamente a los ojos. Los médicos/jueces le engañaron bajo la "Trama Enano Gigante". Dicen los que le conocen que todavía no se ha levantado (metafóricamente) de la camilla hospitalaria. Los que le concen algo menos aseguran, sin embargo, que él ya era así. Y los que no le conocen de nada... no opinan.

Pero yo, que he conocido el caso de refilón a través de un anónimo, creo que siempre -desde crío- estuvo en una camilla de urgencias; donde los médicos le guiaban en su 'recuperación'. ¿Y los padres? Los padres son los jueces, es lo que dice el anónimo que contestó cuando Joaquín preguntó. Siempre bien atendido desde la desatención y nunca olvidado desde el olvido. Cuando empezó a independizarse sintió los primeros matices del miedo... Pero no le frenaron en sus intenciones.

Y cuando descubrió que podía vivir por su cuenta y riesgo, los médicos/jueces le indicaron el camino a una intervención de vida o muerte. Los jueces entraron en su domicilio y arrasaron. Después llegó a "Operación Fimosis". Y él terminó juzgado como cabecilla de la "Trama Enano Gigante" y sin medios para regresar a la incipiente independencia. Yo creo que lo del rabillo del ojo, es normal.

Comentarios

Andrés Moreno Galindo ha dicho que…
¡Muy bueno, Daniel! Veo que sigues en forma. Solamente un "pero", se te ha colado una "h" traviesa en "el camino a una intervención". Lo siento, soy un poco talibancillo en ese aspecto, pero por lo demás no soy mala persona, vamos, eso creo yo y mis... bueno, eso creo yo.
Dani Seseña ha dicho que…
No lo sientas, eso pasa cuando uno por la mañana no edita como debería. Y cuando haces y deshaces frases con pretéritos (casi perfectos) por preposiciones... Salen restos para los restos verbales. Es lo que hay.

¡Gracias!
Miguel Ángel Pegarz ha dicho que…
Sólo lo pillo a medias, pero con tanto giro y jueces de por medio a golpe de por medio, yo quiero una abogado-guardaespaldas.

Entradas populares de este blog

El verbo y el tren coloquial

Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba.  El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai

Las palabras se las lleva Twitter

Apenas estaba digiriendo una información -con alta carga de valor- cuando un tuit la bajó de golpe muro abajo. Intenté seguirla, pero no paraba de caer al foso; y durante el imparable descenso iba olvidando el cuerpo de la noticia que me había llamado la atención. Finalmente renuncié y volví a lo más alto del muro de nuevo, con la esperanza de leer algo interesante, entonces un hilo que sostenía al texto en extinción entró en escena. Intenté seguirlo pero poco duró su vigencia. Una vez más la gravedad de las redes sociales impuso su fuerza.  El volumen de la ansiedad de la masa social por publicar, por ser viral, por conseguir apoyo de followers, ¡por ser!, por estar, por pintar, pesa y ocupa tanto que la palabra apenas puede sostenerse. De hecho acabo de perder el hilo que me trajo hasta este texto. ¿Habré incorporado la misma gravedad y procesado de ideas? Es posible, porque ya se me está haciendo largo y empiezo a sentir ansiedad por publicarlo y que funcione por sí solo. Pesa

Idas y venidas por una mala salida

 Viéndolas venir me dieron en toda la cara. Una a una, las idas y venidas de años anteriores (y una del que entra) fueron golpeándome repetidamente hasta que pronuncié la palabra requerida: "Perdón". Las idas reclamaban un sitio concreto al que llegar; las venidas, más dimensiones. La correspondiente a 2021 era ida y estaba algo más perdida. Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que tenía la responsabilidad de ubicarlas. Lo supe por una mala salida de otra persona hacia mí. Ésta, la mala salida, me advirtió -poco antes de abofetearme por izquierda y derecha con la mano abierta- de que debía organizarlas. ¿Cómo? pregunté. Viéndolas venir, exclamó. Así que tras pedir disculpas y tomar la firme decisión de implicarme en la búsqueda de lugares y dimensiones, todo empieza. A ver...