No sabe cómo ha llegado hasta ahí, pero el botellazo en la cabeza se lo ha llevado y esa rosa en la solapa no se la ha puesto él solo... Así que tiene por delante un buen rato para reconstruír los hechos. Siente cierto ahogo. De lo único que se acuerda a priori es de su enemigo Juliani metiéndole el dedo en la herida; pero sin recordar de qué herida se trata. Sólo sabe que le hacía daño con las palabras. Un daño similar al de una patada limpia en los huevos.
Empieza a caminar y nota que el traje que lleva le viene pequeño. Después cae en que no es suyo. Tampoco los zapatos. La cartera está llena de identidades falsas y dinero de otro país... ¡Libras egipcias! En su muñeca hay dos pulseras de goma que no ha visto jamás y en su anular un anillo de coco que nada tiene que ver con él... ¿Pero quién soy yo? Se pregunta. Entonces se da cuenta de que tiene más rato aún por delante, porque no sabe ni quién es.
Sigue caminando y a medida que cuenta los pasos se pierde más. ¿Hacia dónde tiro? No hay destino en su cabeza. Se la toca... Se peina y se siente extraño con tanto pelo. Se mira los huevos y nota algo extraño. No hay huevos. ¡Dioooos, qué pasa aquí! Grita. Es un cuerpo de mujer. Busca como loco un reflejo, pero nada le devuelve lo que busca. Se angustia, corre de un lado a otro, se tropieza con una piedra, cae a un charco... y se ahoga, pero no se llama Narciso. No tiene nombre y ha muerto sin él.
Comentarios
arreglando un poste de telégrafos, una fuerte descarga eléctrica
transformó todas las células de su organismo, y ahora...
cada vez que él se irrita, él es... "Rita la Cantaora". ¡JA! ¡JA!
....................lo siento......................no he podido evitar acordarme de esta cancion!!!.................................................
Últimamente tengo la sensación de que tus posts terminan de una forma diferente y muy propia. Y me gusta mucho ese giro, ya sea cierto o imaginado.