No se sabe cómo pudo ocurrir, pero ocurrió: se inundaron todas las casas menos la suya, y eso que ella, Romina Gel, vive en un sótano. ¿Cómo pudo ser? Nadie lo sabe. El río se desbordó e invadió toda vivienda cercana a la orilla, excepto el sótano de Romina Gel. Dicen las malas lenguas que hizo un pacto con el Retablo; así es como se conoce al diablillo del Alcalde Alonso Apiés Juntillas.
Al edil se le atribuyen fechorías varias. Tantas como milagros malignos y benignos. Pero Romina, que no entra en el perverso juego de las malas lenguas, ni afirma ni desmiente, sencillamente calla y limpia el lodo invasor de sus vecinos y cede su sótano para los más afectados. El agua llegó hasta el piso 4º. E incluso, el sótano B (contiguo a la A de Romina) acabó bajo barro. Un misterio.
La clave, dicen los investigadores del asunto, está en que Romina no sabe cerrar puertas. Todas las puertas de su vida siempre han permanecido abiertas, de ahí que siga en un sótano lleno de sombra y creyendo ser feliz con lo que ve. El agua pasa de largo gracias a tanto resquicio y de paso entra y colapsa los pisos de aquellos que sí ponen límites. ¡Con lo que me costó llegar a la conclusión de que no soy un gran médico, sino un buen médico... Así me agradecen el trabajo! Se queja Juárez Mezquita, el del 2ºB.
Hoy se ha visto a Apiés Juntillas con botas katiuskas regañando a las aguas bravas del río. Un tipo cerrado abriendo el diálogo con la corriente. Mi teoría es que Romina y Alonso Apiés son la misma persona. ¿Qué opinas?
Comentarios
Gracias por comentar, Juana
Eso sí, para rebajar un poco la intensidad, me he descojonado con ese "pacto con el Retablo".
Y en cuanto a tu pregunta... yo opino que no, pero habrá que fijarse en si Romina lleva katiuskas.