Es propio de lo ajeno: Opinar, sacar conclusiones, criticar, adorar, dorar píldoras ajenas (pero propias en el fondo), establecer lazos, invitar, rechazar, apartar... Tan propio como ver en ese ojo ajeno al amigo o al enemigo, al yo que no consigues ver en tu propio espejo, al hermano que nunca has tenido, al capullo que no puede faltar en nuestras vidas, o al mismísimo Dios o demonio.
El propio dice: Tengo una idea. El ajeno responde: ¡Qué grande! El propio aún no ha dicho nada y el ajeno no ha perdido el tiempo para ponerse delante de él. Como el niño que se inventa todo tipo de trastadas para que su padre o su madre le hagan caso. Es la historia más vieja del mundo. Pero ahí están propio y ajeno unidos para siempre; porque el propio también ha sido ajeno alguna vez, a veces más consciente que otras, y el ajeno aunque propio, se niega a sí mismo.
Y éste es el dueto de hoy. Un 'breve' basado en un monólogo reciente de Casimiro; que desde que decidió resurgir, no para de... crear.
El propio dice: Tengo una idea. El ajeno responde: ¡Qué grande! El propio aún no ha dicho nada y el ajeno no ha perdido el tiempo para ponerse delante de él. Como el niño que se inventa todo tipo de trastadas para que su padre o su madre le hagan caso. Es la historia más vieja del mundo. Pero ahí están propio y ajeno unidos para siempre; porque el propio también ha sido ajeno alguna vez, a veces más consciente que otras, y el ajeno aunque propio, se niega a sí mismo.
Y éste es el dueto de hoy. Un 'breve' basado en un monólogo reciente de Casimiro; que desde que decidió resurgir, no para de... crear.
Comentarios
Otras, lo ajeno se apropia de mi y me transformo en grp!.
Pero me quedo con P., un niño de 4 años, al que siempre que le preguntas por ¿quién...?, contesta con un rotundo 'yo propio'.
P.D: qué bueno volver a leer a Casimiro!