El panorama no es muy optimista, francamente. Y aunque no parece un bodegón tiene matices similares. Trazos y tazas sombrías bajo la arquitectura en ruinas de una mala racha social... Una calle desierta y llena de gente, cada uno mirando/tirando para su lado (y yo que pensaba que sólo había dos direcciones, piensa alguien). No hay entusiasmo por ninguna parte y sí caras perdidas, asuntos pendientes que en eso se van a quedar, en un eterno debe que jamás hermanará con el utópico haber.
El viento se niega a soplar, la lluvia está de huelga, los angelitos zampan y a las nubes no se les levanta... ni el ánimo. El panorama no pinta bien, piensa otro alguien. El cielo intenta contagiar algo de lo suyo y lo intenta haciendo la envolvente. Pero los trazos siguen oscuros y las tazas se resquebrajan. Los unos chocan con los otros y a nadie le choca. Las aceras huelen a restos de otros restos y empiezan a tener una capa de moho imposible de raspar.
Pues así está el patio, Damián, le dice Sebastián Boceto a Damián Sombrío. Luego se pierden y llega otra pareja al mismo banco antes de subirse al autobús.
El viento se niega a soplar, la lluvia está de huelga, los angelitos zampan y a las nubes no se les levanta... ni el ánimo. El panorama no pinta bien, piensa otro alguien. El cielo intenta contagiar algo de lo suyo y lo intenta haciendo la envolvente. Pero los trazos siguen oscuros y las tazas se resquebrajan. Los unos chocan con los otros y a nadie le choca. Las aceras huelen a restos de otros restos y empiezan a tener una capa de moho imposible de raspar.
Pues así está el patio, Damián, le dice Sebastián Boceto a Damián Sombrío. Luego se pierden y llega otra pareja al mismo banco antes de subirse al autobús.
Comentarios
"trazos y tazas sombrías bajo la arquitectura en ruinas de una mala racha social", por poner un ejemplo de boca abierta. Buenísimo.
Me encantó el bodegón.