Y entre política y reflexiones de campaña vacías, propongo un receso... Una pausa gastronómica con encanto, que bien puede servir para disfrutar el CARA a CARA de mañana ... Hablo de un descubrimiento delicioso. Se llama Pintxos, Sushi y Cañas. Si os gusta la comida japonesa y lo probáis, experimentaréis una grata experiencia...
Y para colmo tiene BLOG: sushiparallevar.blogspot.com. Es un pequeño, muy pequeño, restaurante de Madrid, situado en la Calle Costa Rica. De casualidad, con nocturnidad y hambrecilla me rendí a su carta el pasado viernes. Y seguro que si no lo han hecho ya, también caerán los maestros de Cucharete.
Desde el principio llama la atención
Una gran puerta negra rústica de madera, flanqueada por unos paneles del mismo color, te dan la bienvenida. En el 'larguero' de este marco inigualable, y en naranja, unas letras típicamente euskaldunas proponen una receta nipona. La carta se puedes ver desde el exterior; y también desde la calle, unas ventanitas permiten cotillear el interior. Está muy bien pensado, se puede masticar la calidad con la vista, y los precios invitan: más o menos 20€ por persona.
En sus ‘fauces’ choca el reducido espacio, juraría que no son más de 30 metros cuadrados. Pero nada más sentarte, se olvida, porque son unas dimensiones muy bien distribuidas. Llega el dueño y chef, Jaime Finol, y te cuenta la carta aunque la tengas en las manos. Te recomienda y describe el qué y cómo de cada plato.
Desde el principio llama la atención
Una gran puerta negra rústica de madera, flanqueada por unos paneles del mismo color, te dan la bienvenida. En el 'larguero' de este marco inigualable, y en naranja, unas letras típicamente euskaldunas proponen una receta nipona. La carta se puedes ver desde el exterior; y también desde la calle, unas ventanitas permiten cotillear el interior. Está muy bien pensado, se puede masticar la calidad con la vista, y los precios invitan: más o menos 20€ por persona.
En sus ‘fauces’ choca el reducido espacio, juraría que no son más de 30 metros cuadrados. Pero nada más sentarte, se olvida, porque son unas dimensiones muy bien distribuidas. Llega el dueño y chef, Jaime Finol, y te cuenta la carta aunque la tengas en las manos. Te recomienda y describe el qué y cómo de cada plato.
Por ejemplo te habla del Especial de Vieiras y Masago: Rollo mediano con arroz por fuera, queso philadelphia, aguacate, pepino y cebollino por dentro, con topping de vieiras templadas con masago y cebollinos; que se sirve cortado en 8 piezas y va acompañado de salsa de soja, jenjibre y wasabi. Todo está exquisito pero recomiendo con devoción el Especial de Tartar de Atún Tostado: Rollo mediano, pepino, aguacate, el queso philadelphia también, cebollino y raíz de bardana por dentro, y claro, topping de tartar de atún tostado. Una auténtica maravilla.
Me acerqué a él en pleno momento de trabajo extremo –se curra todos los platos- y le pregunté si podía hacerle algunas preguntas y una foto. Se quedó sorprendido, no sé qué pensó, pero pronto le aclaré que soy periodista, no inspector de nada, le hablé de mi blog y sonrió. El sábado quedamos. Me contó que es venezolano, aunque lleva muchos años ya en España. Es un artista... y como todo virtuoso, alguien antes ha potenciado sus cualidades. Sus maestros tienen nombre propio: Hideki Miyaki e Hiroo Miki. Incorporó lo aprendido y se lo trajo a nuestro país. Vinculado desde entonces a la alta cocina nipona dejó su huella en prestigiosos lugares como el Hotel de las Letras (Madrid). Un día paseaba por la calle Costa Rica, vio un local disponible y se lanzó. Ahora, independiente, nos propone su carta netamente japonesa... pero con un toque y sello tan personal y extraordinario que es mejor descubrirlo in situ.
Ah, por cierto, importante detalle: aunque el local se apellida cañas, os recomiendo que probéis el vino de la casa (es un Rioja, varietal... Garnacha y Tempranillo diría). Dicen los expertos que por ahí empieza un buen restaurante.
Y para terminar, si no quieres quedarte porque no te vas a perder el DEBATE, pero no puedes resistirte a degustar el sushi y los pintxos... ¡Te los puedes llevar a casa!. ¡Salud!
Ah, por cierto, importante detalle: aunque el local se apellida cañas, os recomiendo que probéis el vino de la casa (es un Rioja, varietal... Garnacha y Tempranillo diría). Dicen los expertos que por ahí empieza un buen restaurante.
Y para terminar, si no quieres quedarte porque no te vas a perder el DEBATE, pero no puedes resistirte a degustar el sushi y los pintxos... ¡Te los puedes llevar a casa!. ¡Salud!
Comentarios
Un saludo!
Cucharete
PD. A ver si algún día conseguimos méritos suficientes para formar parte de tus "Blogs que rompen".