Por fin el frío, adiós a la ambigüedad meteorológica… El maldito mes de octubre y sus desequilibrios ha expirado. Noviembre viene fuerte, aguerrido y con ganas de marcha. Para empezar, ha obligado a David Valverde Moreno, mi vecino del 3º, a enchufar los acumuladores de calor… En otras palabras, la calefacción eléctrica. Y no es moco de pavo.
David es un luchador. Se había propuesto no enchufarse al calor hasta noviembre. Empezó por una cuestión de ahorro, pero terminó por convertirse en un reto de superación personal. Lleva tres años intentándolo y la última semana de octubre siempre se rinde al frío. Este año prometía ser diferente. Es más, se había planteado otro reto: ducharse desde septiembre sólo con agua fría… Este último sólo lo superó el 2 de septiembre. Le duró poco. Pero lo de la calefacción era otra cosa. Tenía que superarlo, tenía que conseguirlo.
Me lo contó a mí y al resto de los vecinos que hablamos del tiempo en el ascensor. Yo soy un gran promotor, por cierto. Desde que me he hecho adicto a los widgets, y las previsiones meteorológicas es uno de ellos, no hay día que pase sin que alerte a la gente sobre lo que se avecina… o la que va a caer.
Su padre le llamaba para animarle… por la mañana, su madre… por la tarde/noche. Cuando de pronto bajamos de 10º a 4º, las llamadas se multiplicaron. Le llegaban ánimos de todas partes. Pero se rajó, la noche del 27 de octubre fue insoportable y subió las pestañas que dan paso a la electricidad y por consiguiente al calor. No pegó ojo en toda la noche. Lloró y lloró hasta que se quedó frito. Ayer, hablando del tiempo en el ascensor me confesó que ya lo ha superado… Deberías hacértelo mirar, le dije. Sí, me contestó.
Noviembre es un mes interesante, ¿que no?
David es un luchador. Se había propuesto no enchufarse al calor hasta noviembre. Empezó por una cuestión de ahorro, pero terminó por convertirse en un reto de superación personal. Lleva tres años intentándolo y la última semana de octubre siempre se rinde al frío. Este año prometía ser diferente. Es más, se había planteado otro reto: ducharse desde septiembre sólo con agua fría… Este último sólo lo superó el 2 de septiembre. Le duró poco. Pero lo de la calefacción era otra cosa. Tenía que superarlo, tenía que conseguirlo.
Me lo contó a mí y al resto de los vecinos que hablamos del tiempo en el ascensor. Yo soy un gran promotor, por cierto. Desde que me he hecho adicto a los widgets, y las previsiones meteorológicas es uno de ellos, no hay día que pase sin que alerte a la gente sobre lo que se avecina… o la que va a caer.
Su padre le llamaba para animarle… por la mañana, su madre… por la tarde/noche. Cuando de pronto bajamos de 10º a 4º, las llamadas se multiplicaron. Le llegaban ánimos de todas partes. Pero se rajó, la noche del 27 de octubre fue insoportable y subió las pestañas que dan paso a la electricidad y por consiguiente al calor. No pegó ojo en toda la noche. Lloró y lloró hasta que se quedó frito. Ayer, hablando del tiempo en el ascensor me confesó que ya lo ha superado… Deberías hacértelo mirar, le dije. Sí, me contestó.
Noviembre es un mes interesante, ¿que no?
Comentarios
Yo no soy luchador, pero sí un poco "controller económico", lo que otros llaman ratilla. Me propuse lo mismo y lo consulté con mi mujer una noche, dándole todo tipo de razones económico familiares. Ella, me escuchó respetuosamente hasta el final de mi argumentación, tras lo cual me soltó: ¡Qué chorrada!
Me he cambiado de compañía de gas. Una que ofrece algún descuento. Así, paliaré en alguna medida mi propuesta chorras echada por tierra por mi sabia mujer.
Fdo.: Jimmy Connors "ñuuuí"
No nos debemos sentir mal,por haber dado nuestro brazo a torcer,pués por lo menos,nos hemos planteado resistir,que ya es bastante. Un saludo