Preámbula Santos tenía 28 años cuando tuvo la revelación gracias a su mejor amiga Criptonita Ramos. Estaban hablando sobre el mermado deseo mutuo de compartir su vida con un hombre, ni con una mujer. Se sentían a gusto como solteras, tenían sus planes, sus amigos con derecho a roce y su espacio individual bien asentado. Pero la revelación no vino por esta vía “single”. Cuando cambiaron de tema y pasaron a charlar sobre el verano algo pasó.
Criptonita por un momento se quedó en blanco, aunque seguía pronunciando palabras. Dejó de controlar su orden, así como la estructura de un discurso con vida propia. Preámbula, por su parte dejó de escuchar en el mismo instante que su amiga perdía la mirada, pero seguía oyendo. De este modo el discurso emancipado de la una se juntó con la inconsciencia de la otra. Situadas por tanto cada uno en un extremo del planeta, comenzó la revelación:
Una voz desconocida invitaba a Preámbula, por dentro, a encontrar a María de las Adquisiciones Díaz, una tía lejana que en su día mantuvo un fuerte vínculo con su madre (Prudencia Virtud). El porqué no se lo detalló, aunque sí la necesidad.
Cuando 'despertaron' siguieron con el verano; especulaban sobre cuál sería el éxito musical del año. Ninguna de las dos sabía lo que había pasado. Hoy, 10 años después, Criptonita me ha escrito para contarme que Preámbula ha encontrado a su tía María de las Adquisiciones... arruinada. Tomaron consciencia de aquella revelación a los 5 años de que se produjera; ocurrió mientras hablaban del verano, como en aquella ocasión, y sobre lo caros que estaban los pisos. Desde entonces, se pusieron manos a la obra. La misión ha terminado; ahora toca seguir viviendo.
Salud!
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*La imagen es parte de la obra de Lucian Freud.
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