Es chica, se llama Panorama Exclama, pero gracias a sus amigos lleva, desde pequeña, el apodo de Fresquito. Ninguno se acuerda ya del origen, pero seguramente algo tiene que ver con los dulces polvos de sobre. Por cierto, me estaba tomando un café con Reclamo José Edificante cuando entró por la puerta Donante Gas. Venía emocionado por la foto que acababa de hacer con su móvil. Sí, la que tenéis aquí mismo. Un Fresquito abandonado y vacío, tirado en alguna acera de Madrid.
No sé muy bien por qué estaba tan emocionado, pero nos la contagió, sobre todo, cuando José Edificante se acordó de Panorama. ¡Fresquito, cómo la echo de menos! Empezó a recordar en alto, confesó que estuvo loco por ella, pero que nunca lo confesó porque sabía que ella estaba por los huesos de Pilatos Factura; el pijo del grupo. Sin embargo, entre ellos había una gran conexión. La típica historia, vamos.
Pero lo que no es tan típico es que una semana después de esta reunión entre Donante, Reclamo y yo, me encuentro un Fresquito tirado cerca de mi portal... Lo acojo con cariño y me encuentro un mensaje en su interior. No hay polvos, hay papeleta y letra: "Llámame al 6X8 777 9XX (por motivos de seguridad no puedo decir ni la segunda ni las dos últimas cifras), sabía que me encontrarías... sí tu, no mires a otro lado... Venga, llámame". Convencido de que se trataba, bien de un sueño/pesadilla (tipo La mujer del cuadro), o bien de una coña, llamé desde la cabina de La Toscana.
En efecto, era Panorama. Estaba semimuerta en la cafeteríá de la Sole con Martínez (un bar habitado por una serie de personajes que no terminan de palmar o encajar en su fuero interno...) y no encontró otro modo de comunicarse conmigo que a través de su 'apellido adquirido': Fresquito. Me contó que no sabe por qué le endosaron el mote, pero asegura que Reclamo no es trigo limpio... es más, está muerta por su culpa. Le envió a su casa un Fresquito envenenado y ella, claro, mordió el polvo.
Salud!
No sé muy bien por qué estaba tan emocionado, pero nos la contagió, sobre todo, cuando José Edificante se acordó de Panorama. ¡Fresquito, cómo la echo de menos! Empezó a recordar en alto, confesó que estuvo loco por ella, pero que nunca lo confesó porque sabía que ella estaba por los huesos de Pilatos Factura; el pijo del grupo. Sin embargo, entre ellos había una gran conexión. La típica historia, vamos.
Pero lo que no es tan típico es que una semana después de esta reunión entre Donante, Reclamo y yo, me encuentro un Fresquito tirado cerca de mi portal... Lo acojo con cariño y me encuentro un mensaje en su interior. No hay polvos, hay papeleta y letra: "Llámame al 6X8 777 9XX (por motivos de seguridad no puedo decir ni la segunda ni las dos últimas cifras), sabía que me encontrarías... sí tu, no mires a otro lado... Venga, llámame". Convencido de que se trataba, bien de un sueño/pesadilla (tipo La mujer del cuadro), o bien de una coña, llamé desde la cabina de La Toscana.
En efecto, era Panorama. Estaba semimuerta en la cafeteríá de la Sole con Martínez (un bar habitado por una serie de personajes que no terminan de palmar o encajar en su fuero interno...) y no encontró otro modo de comunicarse conmigo que a través de su 'apellido adquirido': Fresquito. Me contó que no sabe por qué le endosaron el mote, pero asegura que Reclamo no es trigo limpio... es más, está muerta por su culpa. Le envió a su casa un Fresquito envenenado y ella, claro, mordió el polvo.
¿Y ahora, qué hago yo? No volví a saber nada de ella, pero en un rato he quedado con él, Edificante... ya os contaré.
Salud!
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