Por Fabio Carabeo
Fernando Cuclillas y Ojo Avizor* que está harto de darle vueltas a lo mismo, sin llegar a ninguna parte, se encuentra con este panorama de la foto. Parking de Tascote, Ciudad Incómoda. Capta el mensaje e intenta parar de golpearse con la misma duda/idea desde que empezó el lunes. Se pregunta: ¿Por qué tengo que seguir cuando nadie me impide parar un rato para observar el recorrido que llevo caminado y construido? Cuando cruzó el umbral de aquel aviso, ¡cuidado con la cabeza!, el ritmo cardíaco se le puso a mil.
Sabía que le estaba agobiando en exceso con una presión impuesta por él mismo que no le dejaba respirar. Le estaba obligando a tomar una decisión, cuando no era -ni por asomo- necesario. Por primera vez en su vida nadie ni nada le decía lo que tenía que hacer, sin embargo algo le oprimía tanto como una “extrema opción”. ¡Qué cojones pasa aquí! Se preguntó recorridos 5 metros después de cruzar el letrero. No pasa nada y pasa todo, pero algo le dice que tiene que elegir. ¿Elegir qué? ¡No pienso hacerlo! Estoy bien como estoy, me ha costado mucho llegar hasta aquí.
Pero Fernando Cuclillas y Ojo Avizor lo hace y decide tirar pa'lante. Lo deja todo y se va a alguna parte entre Cuenta y Singapur. Abandona su negocio, parte de sí mismo, a su pareja y su moto tuneada. No vivía mal, nada le agobiaba, adoraba a su mujer, era feliz en su trabajo y con la moto recorría Ciudad Incómoda de un extremo a otro saboreando el viento, que es el sabor que más le gusta del mundo. Me lo cuenta en una carta de las de antes, de puño y letra, muy escueta. Ha encontrado un trabajo como portador de ideas y politonos inexplorados. No le llena, tiene que pasar por ahí porque asegura quiere ser siempre joven.
Personalmente yo creo que se equivoca; dicho de otro modo está agilipollado perdido. Creo que no ha tirado pa'lante, como dice, sino pa'trás. Tiene 50 años y espero que tenga cuidado con la cabeza, de verdad, que al final es lo único que tenemos.
Salud!
PD.: Cuclillas y Ojo Avizor es el apellido de Fernando. No confundir con dos personajes.
Sabía que le estaba agobiando en exceso con una presión impuesta por él mismo que no le dejaba respirar. Le estaba obligando a tomar una decisión, cuando no era -ni por asomo- necesario. Por primera vez en su vida nadie ni nada le decía lo que tenía que hacer, sin embargo algo le oprimía tanto como una “extrema opción”. ¡Qué cojones pasa aquí! Se preguntó recorridos 5 metros después de cruzar el letrero. No pasa nada y pasa todo, pero algo le dice que tiene que elegir. ¿Elegir qué? ¡No pienso hacerlo! Estoy bien como estoy, me ha costado mucho llegar hasta aquí.
Pero Fernando Cuclillas y Ojo Avizor lo hace y decide tirar pa'lante. Lo deja todo y se va a alguna parte entre Cuenta y Singapur. Abandona su negocio, parte de sí mismo, a su pareja y su moto tuneada. No vivía mal, nada le agobiaba, adoraba a su mujer, era feliz en su trabajo y con la moto recorría Ciudad Incómoda de un extremo a otro saboreando el viento, que es el sabor que más le gusta del mundo. Me lo cuenta en una carta de las de antes, de puño y letra, muy escueta. Ha encontrado un trabajo como portador de ideas y politonos inexplorados. No le llena, tiene que pasar por ahí porque asegura quiere ser siempre joven.
Personalmente yo creo que se equivoca; dicho de otro modo está agilipollado perdido. Creo que no ha tirado pa'lante, como dice, sino pa'trás. Tiene 50 años y espero que tenga cuidado con la cabeza, de verdad, que al final es lo único que tenemos.
Salud!
PD.: Cuclillas y Ojo Avizor es el apellido de Fernando. No confundir con dos personajes.
Comentarios
Un saludo
"Pensar demasiado perjudica Seriamente la Salud" ya lo dice en Ministerio de Consumo de Sanidad
isa
P.D: resulta obvio, pero los altos somos más dados a este tipo de golpes, claro.