Ir al contenido principal

HÉROE DE TRAPO Y BOLA DE CALCETÍN

Cuando abrió la boca ya la tenía cerrada a cal y canto, el golpe a Bocajarro le había dejado KO. Es muy propio de él volar por los suelos y caer hacia arriba, pero hace lo que puede para mantenerse sentado en pie. Es Benjamín Bocajarro Paradoja, un tipo cogido con alfileres. Quiso hablar sin decir nada, pero lo dijo todo cuando profundizó en la superficie de si mismo; brutalmente áspera.

Cuando llegó a la cima de la montaña de ropa que tenía acumulada desde el domingo colocó una banderilla en la bola de calcetines negros. Se le cayó la última mandarina de la temporada; se precipitó al vacío por longeva. Notó un vacío legal en su estómago estrellado… pero se sobrepuso y aspiró a pedir un deseo desde lo más alto de sus ropajes. Transpira, respira y desea.

Cuando cerró la boca, comenzó a pensar. Algo tenía que cambiar a su alrededor de sí mismo. Lo vio claro desde la cumbre de su habitación. Insiste hoy en hacerme partícipe de sus progresos y yo, previo aviso, os lo traslado. Bocajarro Paradoja está saliendo de entre la maleza de sus restos contradictorios. Creo que es un héroe.

Salud!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ya era hora de que se reconociera el valor de los superhéroes "del montón"!!, que algunas veces vuelan y otras se arrastran demasiado a ras del suelo, que suben montañas de ropa para tener mejor perspectiva, que son capaces de caer hacia arriba.... y todo sin superpoderes.

Superman con vértigo

Entradas populares de este blog

Las palabras se las lleva Twitter

Apenas estaba digiriendo una información -con alta carga de valor- cuando un tuit la bajó de golpe muro abajo. Intenté seguirla, pero no paraba de caer al foso; y durante el imparable descenso iba olvidando el cuerpo de la noticia que me había llamado la atención. Finalmente renuncié y volví a lo más alto del muro de nuevo, con la esperanza de leer algo interesante, entonces un hilo que sostenía al texto en extinción entró en escena. Intenté seguirlo pero poco duró su vigencia. Una vez más la gravedad de las redes sociales impuso su fuerza.  El volumen de la ansiedad de la masa social por publicar, por ser viral, por conseguir apoyo de followers, ¡por ser!, por estar, por pintar, pesa y ocupa tanto que la palabra apenas puede sostenerse. De hecho acabo de perder el hilo que me trajo hasta este texto. ¿Habré incorporado la misma gravedad y procesado de ideas? Es posible, porque ya se me está haciendo largo y empiezo a sentir ansiedad por publicarlo y que funcione por sí solo. Pesa

UN MENSAJE PARA TI, RUDY

Se llama Lucas (o no) y hoy cumple 38 años . Es un gran tipo, sencillo, culto, oculto, inquieto, humilde, aficionado a los palíndromos y sabedor de que un día su limonero seguirá creciendo sin él… Y no voy a poder tirarle de las orejas. Cuando éramos pequeños, mi tía –nunca supimos por qué- le llamaba Rudy … Jugábamos en el mismo barrio y compartíamos juguetes ( barco pirata de los Clics de Famóbil , Scalextric , las chapas…); pero lo pasábamos en grande con las guerras de calcetines . Fundamental darle solidez a los clásicos mendrugos de hilo. Nos repartíamos los bolazos de un extremo de la habitación a otra. Recuerdo el dolor de risa que me entraba antes, durante y después… Impresionante. Ya, siendo mayorcitos , también hemos vivido momentos únicos, en el concierto de Paul Weller en la Riviera (Madrid) en el año 2003; o en el FIB el mismo año… Sin duda es una de las personas que más me ha influido musicalmente a lo largo de mi vida. Él me metió el gusanillo del SKA , del Sou

Idas y venidas por una mala salida

 Viéndolas venir me dieron en toda la cara. Una a una, las idas y venidas de años anteriores (y una del que entra) fueron golpeándome repetidamente hasta que pronuncié la palabra requerida: "Perdón". Las idas reclamaban un sitio concreto al que llegar; las venidas, más dimensiones. La correspondiente a 2021 era ida y estaba algo más perdida. Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que tenía la responsabilidad de ubicarlas. Lo supe por una mala salida de otra persona hacia mí. Ésta, la mala salida, me advirtió -poco antes de abofetearme por izquierda y derecha con la mano abierta- de que debía organizarlas. ¿Cómo? pregunté. Viéndolas venir, exclamó. Así que tras pedir disculpas y tomar la firme decisión de implicarme en la búsqueda de lugares y dimensiones, todo empieza. A ver...