Me pregunta un habitual comentarista de este blog, Copifate, por dónde cae el Parque Sostiene Timado. Así que no me queda más remedio que hacer un spin off del post de ayer (Primerizos y contrarios). Porque mi respuesta sería, creo, algo larga para el apartado de comentarios. Pero en este caso no será ni el experto, el psicólogo, el dinamitador o el payaso sin circo quien cobre vida más allá de la entrada marcada, sino el lugar que les sostiene... timados.
Este Parque, es incompatible con geolocalizadores y callejeros de papel. Más bien es un metaparque, porque se extiende en terrenos fuera del terreno. Un día, haciendo agujeros en busca del tesoro olímpico, casi lo descubre una de las tuneladoras de Gallardón. Afortunadamente, no ocurrió. Ese día, el alivio de los habituales del Parque les llevó a darle nombre. Desde ese día una placa de corte tácito lleva el nombre de Sostiene Timado.
Se pusieron de acuerdo casi de inmediato. En mitad de una tormenta de ideas se miraron a sí mismos y vieron sin espejos y sí con mucha transparencia sus almas de paria. Sostenidos por un metalugar común casi contestaron a la vez. Desde entonces, Sostiene Timado está más oculto y abierto que nunca; según cómo uno pase o pasee por delante... ¿Que dónde está? Calle Abajo, girando el sentido.
*La imagen es un fotograma de El Jardín Secreto (Agnieszka Holland,1993)
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