Ha tenido una discusión con el portero del 9. Éste había impregnado de azufre el suelo del portal para repeler a los perros y/o envenenarlos. Después se ha caído del taburete del bar. En el suelo se ha dado cuenta de que algo fallaba y con el fallo ha caído en la cuenta de que uno es capaz de allanar y obstaculizar/embarrar al mismo tiempo. ¡Qué contradicción! Exclama al cielo...
...El cielo se nubla y se le cae encima. Y encima esto ¡El peor traidor soy yo y lo soy conmigo! Al salir del bar ha llegado tarde a la cita con ella, porque se ha encontrado con un amigo. El amigo le ha dejado K.O., porque le ha confesado (relajado) que se muere en unos días. No ha sabido 'despedirse'... Ella, enfadada, se ha ido y ha tropezado con él cuando salía del hotel. Del pisotón le ha sacado una sandalia. Ella se lo ha lanzado a la cabeza.
...Y encima esto ¡El peor traidor soy yo y lo soy conmigo! Pasado el lamento ha empleado el tiempo que había reservado para su cita con ella en diseñar cómo despedirse de su amigo. Su ha amigo ha muerto. Se ha enterado al dejar de pensar. Luego ha seguido adelante y ha resbalado con una factura arrugada de Mi Movistar. 'Al caer en la cuenta' ha llegado a la conclusión de que su vida es un número, algo que le ha pasado factura. Es él. ¡Menos mal que no soy yo! Concluye el narrador.
Comentarios
Y con ese “Se ha enterado al dejar de pensar” pegado a la espalda me voy hoy.
Un abrazo
Sigue siendo un genio
Copifate.