La vista era inigualable. Un acantilado de esos en los que el viento te abofetea la cara... pero con cariño; una porción de sol que acaba con el pesimismo de cuajo; agua transparente por un lado y azul opaco por otro; y un océano que te lleva a los extremos de ti mismo.
¿El lugar? Lo siento, el egoísmo me impide hacerlo público. Da igual, cada uno tiene / alquila su particular paraíso. Y en el contraplano... el objeto de la foto.
¿El lugar? Lo siento, el egoísmo me impide hacerlo público. Da igual, cada uno tiene / alquila su particular paraíso. Y en el contraplano... el objeto de la foto.
Un viejo zapato aplastado por no sé qué, que toma el sol y se deja morir lentamente entre los matojos. Sólo uno. Respecto al otro par, no alcanzo a imaginar dónde termina o empieza su película. ¿Y el dueño? ¿Se tiró al vacío a la pata coja y a medio calzar/descalzar? ¿Qué crónica se oculta entre suela desgastada y piel negra?
Nunca he perdido un zapato. Nunca he intentado tirarme al vacío. Ni siquiera sé si hay crónica interesante detrás de esos cordones que no atan. Es posible que el responsable sea algún excursionista que desafió al suelo firme; o un pescador tuerto sin ánimo de lucro...
Sin embargo, no deja de parecerme curioso que Acantilado signifique una "Escarpa casi vertical en un terreno" y Escarpín un "Zapato de una sola suela y de una sola costura". ¡Qué cosas!
Sin embargo, no deja de parecerme curioso que Acantilado signifique una "Escarpa casi vertical en un terreno" y Escarpín un "Zapato de una sola suela y de una sola costura". ¡Qué cosas!
Comentarios
Y también encuentro, ya no crónica sino mucha literatura (o crónica-literaria) en esa muerte bajo el sol y esos cordones que no atan.
Juana, ¡Vaya frase! Me dejas... fuera de sitio. Y mira que intento estacionar en mi propia plaza, pero es que no hay manera; en ella siempre hay algo que me lleva a darme una vuelta más antes de aparcar, y en esa vuelta, al final, termino girando un poco más la tuerca. En fin.
Gracias!
Besos