
Sí que estás jodido, sí. Y tanto. Porque además, cuando me desperté, con tanto dolor me vi obligado a tomarme un Nolotil; que en mi cuerpecillo hace más efecto del normal. Vamos, que me quedé frito otra vez... y terminé en Sudáfrica. Allí me encontré con un nostálgico que se niega a abandonar la idea de que el mundial ha terminado. Me ha pegado con un cinturón a colores rojigualdos mientras le sugería que lo aceptara...
Con el segundo cinturonazo llegué al cine... a una sala medio llena (ahí sí) donde estaban proyectando fragmentos de la infancia de George W. Bush. El público, incluído yo, teníamos cuerpo de Gremlins. Ahora, mientras me tomo un café con roscón de la Almudena, me siento poco vacío, pero sobre todo, raro. ¡Qué cosas! ¿Y tú cómo estás? Mal, he soñado que era un mono. ¡Vaya!
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Y mientras tanto, como siempre, el mundo mirando hacia otro lado.
Brillante como siempre...