
No es fácil ser un muerto, dice. Pero más difícil es vivir sin derecho a morir. Bueno, eso, querido Hernández, más bien es una putada, contesta Jarrón, el agente cadáver. Y así, sin ganar tiempo a la pérdida del rato y un día después, Henández vuelve la mirada y se encuentra con su hermano Gorf. El problema es que no puede hablar con él porque está en medio de una siesta de día. Y eso no hay muerte que lo cambie. Sonríe y decide volver a morir. Hernández está más tranquilo. ¡Felicidades!
Comentarios