Volvió por donde había venido y llegó a estar cerca de lo lejos que se había quedado. Después se hizo un bocata de Nocilla. Antes, por la mañana, había ganado un kilo y medio, y un euro (que se encontró en el asfalto). Después salió antes y en medio decidió descansar. Y un poquito más adelante reconocerá su cadena de errores... ¡No puedo más! ¡Dime algo o grita para siempre!
Así empieza el libreto que me acabo de encontrar tirado junto a un punto de reciclaje de papel y cartón. Hay varias páginas arrancadas y huellas dactilares en muchas esquinas. No hay título ni autor. No hay nombres. Por no haber, casi no hay ni tinta; hay que deducir cada palabra... Camufladas en el entramado sepia del papel sin cuadrículas. Sin firmas, sin pistas, sin coherencia, sin argumento y con mucha exclamación se va componiendo un cuaderno que me intriga. No sé si por el caos literario o por la desesperación volcánica del autor.
Me intriga cómo ha terminado ahí. Son hojas viejas, mohinas, muy 'pasadas', cargadas de carácter y una historia de fondo que no tiene por ser agarrada. A veces rima y en ocasiones se atasca en prosa.
Me muero, vivo, salgo por dentro y sigo comiendo. Mastico sin saborear, pero tú giras y me rompes la cadera. ¿Y si tú eres quien dices ser? Pues ya me dirás qué pintas en mi caldera. ¡Y ya me explicarás qué hago yo aquí! Porque 'aquí' no existe si no es porque yo lo decido; y yo hace años que dejé de decidir... Sin ti. Hoy sólo gano, pero todo lo pierdo. Ya me dirás dónde meto la mano.
Trataré de recomponer pedazos de locura y si consigo llegar a alguna parte, os lo haré saber. O no.
PD.: Si alguien se reconoce en estas palabras que comente ahora o se recicle para siempre.
Así empieza el libreto que me acabo de encontrar tirado junto a un punto de reciclaje de papel y cartón. Hay varias páginas arrancadas y huellas dactilares en muchas esquinas. No hay título ni autor. No hay nombres. Por no haber, casi no hay ni tinta; hay que deducir cada palabra... Camufladas en el entramado sepia del papel sin cuadrículas. Sin firmas, sin pistas, sin coherencia, sin argumento y con mucha exclamación se va componiendo un cuaderno que me intriga. No sé si por el caos literario o por la desesperación volcánica del autor.
Me intriga cómo ha terminado ahí. Son hojas viejas, mohinas, muy 'pasadas', cargadas de carácter y una historia de fondo que no tiene por ser agarrada. A veces rima y en ocasiones se atasca en prosa.
Me muero, vivo, salgo por dentro y sigo comiendo. Mastico sin saborear, pero tú giras y me rompes la cadera. ¿Y si tú eres quien dices ser? Pues ya me dirás qué pintas en mi caldera. ¡Y ya me explicarás qué hago yo aquí! Porque 'aquí' no existe si no es porque yo lo decido; y yo hace años que dejé de decidir... Sin ti. Hoy sólo gano, pero todo lo pierdo. Ya me dirás dónde meto la mano.
Trataré de recomponer pedazos de locura y si consigo llegar a alguna parte, os lo haré saber. O no.
PD.: Si alguien se reconoce en estas palabras que comente ahora o se recicle para siempre.
Comentarios