Ir al contenido principal

LA TRASTIENDA

Bajé las escaleras hacia el cielo y encontré la trastienda de Peluco, el gasolinero inactivo, donde reposan las miles de copias de películas originales enlatadas que éste colecciona, procedentes del mundo entero. Rodeado de tanto celuloide sentí que no podría jamás regresar a mi realidad. De algún modo siempre quise vivir en una película sin final. ¿Sería éste, el deseo cumplido que siempre he pedido a los rabillos de manzana, a las monedas arrojadas a fuentes y/o charcos, a las pestañas desterradas del párpado superior izquierdo...?

Peluco no estaba en ninguna parte. La trastienda, epílogo de un pequeño comercio de frutos secos didácticos, sólo daba cobijo a las pelis y a mí. No había ni ecos ni energías de restos humanos. Sólo miles de sinopsis y yo. Sólo millones de personajes y yo; dispuesto a sumarme a los repartos repartidos por la trastienda mohosa. Miré hacia atrás y vi que la puerta por la que había llegado se había convertido en un roscón de Reyes. Saqué el haba, me comí el premio y aparecí en medio de un tiroteo contra un mono gigante que trataba de subirse a un rascacielos.

Giré por un callejón donde un tipo se quitaba un traje y salía volando en pijama; se me atragantó el premio y torcí por el Km 0 de Madrid y me encontré conmigo mismo haciendo de mi mismo. Me sentí profundamente extraño y me extrañé. Intenté hablar con ese que era yo, pero no respondía a razones. Me puse un poco borde y vi como me alejaba por la calle Carretas en busca de una sala de cine. Me seguí, yo no me giraba para comprobar si me estaba siguiendo. Entré en la sala 1 de los, entonces Cines Ideal, hoy Yelmo. Y cuando vi el título en cartel me dio un mareo y aparecí en una barca junto a Humphrey Bogart y Katharine Hepburn en mitad de un río salvaje de las Tablas de Daimiel.

Dicen que si entras la tienda de Peluco ocurren estas cosas. Cuando Ramiro Tercera cayó dentro no lo sabía. Ahora ya no está entre nosotros, sino entre vosotros, dice Peluco. Sigue siguiéndose entre vosotros, porque entre nosotros seguramente no lo encontremos, añade. Y si alguien quiere probar el significado acompañado de unos cacahuetes y una infusión de cine, está invitado a bajar las escaleras hacia el cielo que lleva hasta su trastienda de latas y argumentos.

Comentarios

isa ha dicho que…
Pues yo me apunto a probar significados y perderme entre argumentos.

Precioso post. Redondo como una de esas latas.
Juana ha dicho que…
Bajaré las escaleras mirándome para ver si me sigo ....
Miguel Ángel Pegarz ha dicho que…
¡Que grande es el cine! Y el periodismo ficción.

Entradas populares de este blog

DESASOSIEGO ASPIRADO

No estamos en el Distrito 9 ni ante Terminators ni nada que se le parezca... sí, son aspiradoras. Llevaba con la mía más de 8 años cuando, por un fallo irreparable, me he visto en la obligación de renovar maquinaria absorbente . Así que me he metido en la sección de electrodomésticos de una gran superficie y me he encontrado con esto. ¡Joder, que estas máquinas me están mirando con cara de mala hostia! El mundo de los gadgets ha llegado, para quedarse, al territorio de los electrodomésticos. Impresionante experiencia. Para superar el choque me he ido corriendo al departamento de la tranquilidad , como de costumbre, la charcutería se convierte en mi salvavidas. De vuelta , finalmente me he llevado la más normal. No es ninguna de las que aparecen en imagen. He preferido dejarla reposar en el anonimato... Cuando la he enseñado su nuevo hogar, paradójicamente ha suspirado. Salud!

Twitter y lo que pasa...

Aún recuerdo cuando - allá por 2008 - salíamos a la calle, micro en mano, a preguntar a la gente: ¿Sabes qué es Twitter? Las caras eran un poema y las respuestas , una colección surrealista de posibilidades. Un sujetador, un bar... y sobre todo un "no sé" con risotada adjunta... Ahora, no hay informativo que se resista a su poder, ni país al intento de censura (en vano). Seguramente ésta ha sido una de las semanas más intensas en cuanto a información online al segundo se refiere. A saber, la Ley Sinde y sus movimientos, Álex de la Iglesia y sus acercamientos al 'pueblo de Internet' ; Túnez , Egipto , Jordania y ahora Yemen se remueven por dentro... Los ciudadanos, gracias a las redes sociales entre otras cosas, saben que viven bajo arresto, y no pueden más. Así que empezaremos el programa por nuestro Intérnate de la semana . Es decir, lo más movido de la Red y lo que viene; y en este particular destacamos un documental sobre el periodista 'mágnum' Enrique Me...

El Cerrojo

Abrí para pedir un café, pero una mirada (que vale 1.000 vocablos) me cerró la puerta. Esperé a que pestañeara, pero solo un párpado estaba por la labor de ceder. El otro protegía -con todo- el ojo avizor. Saqué una llave en son de paz. Dio un golpe en la mesa como respuesta. Intenté darle mi brazo al torcer. Sacó un as. Yo pinté bastos. “El cerrojo, aunque no lo creas lo llevas tú”, me dijo en tono conclusivo. Cuando miré mis manos para intentar descifrar sus palabras la camarera me sirvió un café. No entendí mucho lo sucedido, y menos cuando me giré hacia la puerta nadie miraba. Solo quedaba la mirilla, hidroalcohol y una propina.