
Ahora tiene 45 y abarca tanto que le supera. Nunca se lo ha dicho a nadie; sólo a Ernesto, su oftalmólogo, quien le ha ofrecido cantidades ingentes de dinero por experimentar con sus ojos. Ernesto además de una óptica prestigiosa, tiene una cadena de restaurantes dedicados al queso de cabra. Mucho dinero y fama entre córneas y fogones. Pero a Javi no le seduce. No quiere mirar más, sólo quiere ver.
Estaba esperando la llamada de la enfermera para hacerse un espermiograma. La sala de espera estaba llena y él: con todo el temor del mundo sobre cómo sería aquella paja tan sórdida. Llevaba más de una semana sin eyacular y por consiguiente el dolor de huevos era insoportable… pero aquel lugar tan triste y concurrido no le levantaba ni el menor deseo de… expectorar

Hola Javi. Hola Ernesto. ¿Te has decidido ya? ¿Aceptas los 6 millones? No, doctor, me he curado. Ya lo veo todo claro. ¿Cómo? Que sí, ya no hay zoom; mi vista vuelve a tener baja resolución… sólo veo lo que miro y nada más. ¿Y cómo ha sido? Me corrí después de una hora frotando en un baño infame de una clínica infame. Entiendo. No, no, no entiende… En lugar de semen emergió un genio de mi pene ¿Cómo? Sí, sí, el genio de la lámpara versión en versión glande. Y me concedió un deseo…
…Cerrar el zoom. No, ser padre. El genio desapareció. ¿Y? Nada, seguía viendo a larga distancia. Pero a los pocos días me dieron los resultados. Al parecer puedo ser padre. ¡Pero hijo! De eso nada, doctor… desde hoy he dejado de ser hijo. Entiendo.
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Comentarios
Enhorabuena, parece que ya seas padre, o estés en ello.