Ir al contenido principal

QUÉ BELLO ES PALMAR Y CONTARLO

Este post será breve, morirá pronto. Y pronto entenderéis por qué. ¿Habéis oído hablar de los "Tanatocuentos"? Pues no es coña, pero es un concurso de relatos que organiza la revista Adiós, perteneciente al grupo Funespaña. Ya veis por dónde van los tiros, no? Las bases del XI certamen, por cierto, no las puedo abrir, ni ninguno de los enlaces. Pero leo que el último ganador se llama Javier Izcue y su cuento: QUÉ LINDO TE VES, AUGUSTO; y el penúltimo -¡Ojo al dato!- MUERTE POR ASFIXIA, de Judith Godoy.

Se me ocurren unos cuantos chistes, pero no sé si serían demasiado fáciles. Bueno, os paso la bola, queridos comentaristas. Por cierto, este descubrimiento corre a cargo de Juan Carrillo, compañero de Tras La2 en Zoom Net. Os recomiendo una pasadita por su blog.

Salud!

Comentarios

Marian ha dicho que…
Muy ocurrente esto de los tanatocuentos...quizá que no puedas abrir las bases te da la certeza que que no puedes participar...que en estos casos casi se agradece! estás vivo!!!

Un saludo
Anónimo ha dicho que…
Nunca lo había oído hasta hace unos meses, cuando me encontré la convocatoria del concurso de tanatocuentos en la cafetería del tanatorio de la m30. Un lugar inspirador, sin duda.

isa
Miguel Ángel Pegarz ha dicho que…
Es normal que no hayas conseguido abrir las bases del certamen ni el resto de enlaces. Son enlaces muertos (si, ya lo sé, era un chiste muy fácil pero inevitable).
copifate ha dicho que…
He leido "QUE LINDO TE VES AUGUSTO" de Javier Izcue y está muy bien.

Entradas populares de este blog

DESASOSIEGO ASPIRADO

No estamos en el Distrito 9 ni ante Terminators ni nada que se le parezca... sí, son aspiradoras. Llevaba con la mía más de 8 años cuando, por un fallo irreparable, me he visto en la obligación de renovar maquinaria absorbente . Así que me he metido en la sección de electrodomésticos de una gran superficie y me he encontrado con esto. ¡Joder, que estas máquinas me están mirando con cara de mala hostia! El mundo de los gadgets ha llegado, para quedarse, al territorio de los electrodomésticos. Impresionante experiencia. Para superar el choque me he ido corriendo al departamento de la tranquilidad , como de costumbre, la charcutería se convierte en mi salvavidas. De vuelta , finalmente me he llevado la más normal. No es ninguna de las que aparecen en imagen. He preferido dejarla reposar en el anonimato... Cuando la he enseñado su nuevo hogar, paradójicamente ha suspirado. Salud!

Twitter y lo que pasa...

Aún recuerdo cuando - allá por 2008 - salíamos a la calle, micro en mano, a preguntar a la gente: ¿Sabes qué es Twitter? Las caras eran un poema y las respuestas , una colección surrealista de posibilidades. Un sujetador, un bar... y sobre todo un "no sé" con risotada adjunta... Ahora, no hay informativo que se resista a su poder, ni país al intento de censura (en vano). Seguramente ésta ha sido una de las semanas más intensas en cuanto a información online al segundo se refiere. A saber, la Ley Sinde y sus movimientos, Álex de la Iglesia y sus acercamientos al 'pueblo de Internet' ; Túnez , Egipto , Jordania y ahora Yemen se remueven por dentro... Los ciudadanos, gracias a las redes sociales entre otras cosas, saben que viven bajo arresto, y no pueden más. Así que empezaremos el programa por nuestro Intérnate de la semana . Es decir, lo más movido de la Red y lo que viene; y en este particular destacamos un documental sobre el periodista 'mágnum' Enrique Me...

El Cerrojo

Abrí para pedir un café, pero una mirada (que vale 1.000 vocablos) me cerró la puerta. Esperé a que pestañeara, pero solo un párpado estaba por la labor de ceder. El otro protegía -con todo- el ojo avizor. Saqué una llave en son de paz. Dio un golpe en la mesa como respuesta. Intenté darle mi brazo al torcer. Sacó un as. Yo pinté bastos. “El cerrojo, aunque no lo creas lo llevas tú”, me dijo en tono conclusivo. Cuando miré mis manos para intentar descifrar sus palabras la camarera me sirvió un café. No entendí mucho lo sucedido, y menos cuando me giré hacia la puerta nadie miraba. Solo quedaba la mirilla, hidroalcohol y una propina.