Ir al contenido principal

DONANTE GAS TRAS LA RESURRECCIÓN...

Yo no sé qué fijación tienen algunos con mi portal los domingos por la tarde, pero es rotunda. Salía con mi perra cuando me pilla por banda Donante Gas ¿os acordáis de él? Fue el que me envió la foto del Fresquito lleno de mensajes y recuerdos. Aún tenía los párpados pegados -era temprano y había salido la noche anterior- y sus palabras me sonaban estridentes y ásperas. El tono que utilizaba, demasiado elevado. No sé qué hora era, pero seguro que temprano.

Lo sabes, lo sabes, verdad? Seguro que lo sabes. Saber qué. Que me han llamado. Quién. Lo sabes, fijo que lo sabes. Donante, mi perra se mea ¿te importa que nos acerquemos a ese seto y seguimos hablando? Lo sabes, sé que lo sabes.

Seguía insistiendo mientras nos acercábamos al seto artificial muy cerca de la estatua de la pubertad (así llama paquito el kioskero cariñosamente a un momumento - homenaje armado a Martiria Posavasos, histórica dirigente de Esotéricos por la Infraestructura*). Cuando por fin mi perra dejó atrás el peso de una noche agitada por las pesadillas caninas, los ojos se despegaron y pude hablar con Donante.

Estaba muy nervioso. Un tipo anónimo le había telefoneado para decirle que tenía una misión por delante: rescatar a Casimiro**. ¿Quién coño es Casimiro? Me preguntó con la voz temblorosa. Se lo conté. Pero claro, me dejó clavado en el sitio, porque como sabéis, Casimiro murió hace meses, vi el cuerpo. Le hablé de él y Donante me contó los detalles de la misión. Debía comer colifror durante dos días (contando desde el 14 de junio) y al tercero acercarse al "Km 0" (Madrid 00:00). O sea, hoy. Una vez en el punto de encuentro tendría que cantar "Lo conseguí" de Los flechazos y esperar instrucciones.

Mañana espero contaros el desenlace.

Salud!

*Esotéricos por la Infraestructura. Formación política de los años 20 conocida por su lucha contra la dejadez estructural. María Posavasos regentó el poder de su partido y emprendió las famosas "Acciones Legales en la Oscuridad" durante el periódo de 1923-1929.

**Para quien no lo sepa y no haya ido al link de Casimiro, os comento que era/es un tipo de mi barrio (cincuenta y muchos) con un pasado incierto pero próspero, muy listo cuya cabeza un día decidió desconectar, ausentarse... Empezó entonces a hablar solo y vivir en un mundo aparte.

Comentarios

Juana ha dicho que…
¿Coliflor? No .... si es muy indigesta ¿quieren dejarlo hecho un Fiambre Vegetariano?
Anónimo ha dicho que…
jaja, qué bueno, me quedo con ganas de saber más de Martiria Posavasos y su grupo de esotéricos!, igual Paquito sabe algo más, en google no viene nada. isa
La Zapateta ha dicho que…
Deseando saber más de Donante y Casimiro, me quedo mordiendo una coliflor cruda agarrada con los pies.
copifate ha dicho que…
llevaba días sin poder conectarme y que alegría que me he llevado al ver que todavía alguien se acuerda de mi abuelo: fue tesorero de "Esotéricos por la Infraestructura" y también les arrglaba los plomos.

Entradas populares de este blog

El verbo y el tren coloquial

Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba.  El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai

Las palabras se las lleva Twitter

Apenas estaba digiriendo una información -con alta carga de valor- cuando un tuit la bajó de golpe muro abajo. Intenté seguirla, pero no paraba de caer al foso; y durante el imparable descenso iba olvidando el cuerpo de la noticia que me había llamado la atención. Finalmente renuncié y volví a lo más alto del muro de nuevo, con la esperanza de leer algo interesante, entonces un hilo que sostenía al texto en extinción entró en escena. Intenté seguirlo pero poco duró su vigencia. Una vez más la gravedad de las redes sociales impuso su fuerza.  El volumen de la ansiedad de la masa social por publicar, por ser viral, por conseguir apoyo de followers, ¡por ser!, por estar, por pintar, pesa y ocupa tanto que la palabra apenas puede sostenerse. De hecho acabo de perder el hilo que me trajo hasta este texto. ¿Habré incorporado la misma gravedad y procesado de ideas? Es posible, porque ya se me está haciendo largo y empiezo a sentir ansiedad por publicarlo y que funcione por sí solo. Pesa

Idas y venidas por una mala salida

 Viéndolas venir me dieron en toda la cara. Una a una, las idas y venidas de años anteriores (y una del que entra) fueron golpeándome repetidamente hasta que pronuncié la palabra requerida: "Perdón". Las idas reclamaban un sitio concreto al que llegar; las venidas, más dimensiones. La correspondiente a 2021 era ida y estaba algo más perdida. Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que tenía la responsabilidad de ubicarlas. Lo supe por una mala salida de otra persona hacia mí. Ésta, la mala salida, me advirtió -poco antes de abofetearme por izquierda y derecha con la mano abierta- de que debía organizarlas. ¿Cómo? pregunté. Viéndolas venir, exclamó. Así que tras pedir disculpas y tomar la firme decisión de implicarme en la búsqueda de lugares y dimensiones, todo empieza. A ver...