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LA CARA B DE LA CARADURA

Pierde la cara, no sabe nada y decide autorrehacerse –si es que existe semejante verbo-. Es difícil de explicar, pero lo que le ha ocurrido a Sandra Buenatía no tiene nombre, ni verbo. Y lo dicho, ahora ha perdido la cara. No es que se le haya desgarrado la superficie facial del resto, es que la ha perdido de tanto echarla. Como el morro. Y eso que la tenía dura; la cara.

Su maestro de ceremonias, Mandrug Sovivido, siempre la acusó de no hacer nada, de ser una ignorante. De querer ignorar su propia ignorancia. Sandra tuvo un día sus propias dudas, pero se las sacó con la habilidad de un maestro de ceremonias que celebra fiestas ajenas y obtura sus miserias. Ahí empezaron a conectar sus desconexiones personales. Y ella a ejercer de vividora sin entender qué significa vivir.

Ahora ella ha perdido la cara. Sin rastro de su rostro que nadie sabe (ni contesta) dónde ha caído. Él, Mandrug vive muerto desde entonces. Sólo queda camino para autorrehacerse. Signifique lo que signifique, significado a significado, error tras error. Se trata, dice (aspirando) Buenatía, de subir peldaños para avanzar. Y en ello están, él por su cuenta y ceremonia, y ella tratando de separar caradura de cara b, para encontrar el álbum que unifique su vida.
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Comentarios

isa ha dicho que…
Yo creo que hasta la cara más dura puede rayarse, como ese “ejercer de vividora sin entender qué significa vivir”, que suena a herida disimulada entre notas y ruido.

Y entre tanto ruido me pregunto yo que sonará en la cara A.

Genial esta vuelta de..disco
Miguel Ángel Pegarz ha dicho que…
Pues no estaría mal que muchas caraduras la perdieran, y si es Buenatía pues esperemos que tenga una segunda oportunidad y saque su mejor cara a la luz.
Juana ha dicho que…
Si se lo propone unificara su cara B con la correspondiente cara A, aveces uno encuentra la horma de su zapato aún cambiándose a menudo ....

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