Ha terminado de empezar cuando todo ha acabado. Pero Gus Muchacho disfruta con el desfase. Lo que no sé muy bien es qué es lo que ha comenzado, pero sí sé lo que ha terminado... ha terminado de encajar el peor golpe que se puede recibir en la vida. Un choque orquestado por Beca Zurda, su joven vecina lejana y algo prima también.
El desfase de desincronizarse sin supervitaminalizarse ni propagarse... El que le lleva a seguir por donde no hay inicio y pausar el desasosiego de un camino sin asfalto ni nada debajo que lo cimente. Muchacho empezó un día, pero al acabar tan pronto se decepcionó con los procesos. Otro día, tratando de dar una oportunidad a la inercia escrita, terminó por donde había empezado y qué pasó; lo peor que podía ocurrir: NADA.
Afortunadamente ha encajado el golpe de Beca, que fue un zurdazo (malmetiendo contra él) en la portería de su edificio. Le costó mucho empezar a terminar de limpiar su nombre, los vecinos temerosos del tiranismo y malas artes de Zurda, decidieron individualmente dar por malo al inocente Gus. Entonces, un día, él pensó que tirando del nudo y pasando de inicios y desenlaces llegaría a destapar la trama envenenada.
Y hablando uno a uno con los vecionos consiguió convencerles de que Beca no existe. Entonces el milagro ocurrió, los vecinos desaparecieron y él se lió con Zurda. Hoy traman y tejen principios y fines sin pensar en los enredados e incómodos nudos.
El desfase de desincronizarse sin supervitaminalizarse ni propagarse... El que le lleva a seguir por donde no hay inicio y pausar el desasosiego de un camino sin asfalto ni nada debajo que lo cimente. Muchacho empezó un día, pero al acabar tan pronto se decepcionó con los procesos. Otro día, tratando de dar una oportunidad a la inercia escrita, terminó por donde había empezado y qué pasó; lo peor que podía ocurrir: NADA.
Afortunadamente ha encajado el golpe de Beca, que fue un zurdazo (malmetiendo contra él) en la portería de su edificio. Le costó mucho empezar a terminar de limpiar su nombre, los vecinos temerosos del tiranismo y malas artes de Zurda, decidieron individualmente dar por malo al inocente Gus. Entonces, un día, él pensó que tirando del nudo y pasando de inicios y desenlaces llegaría a destapar la trama envenenada.
Y hablando uno a uno con los vecionos consiguió convencerles de que Beca no existe. Entonces el milagro ocurrió, los vecinos desaparecieron y él se lió con Zurda. Hoy traman y tejen principios y fines sin pensar en los enredados e incómodos nudos.
Comentarios
Y a los vecinos: las Becas existen, se lo digo yo.
Las cosas no siempres on lo que parecen ....