Si no es por Casimiro, ni me entero. Resulta que Casilda se ha comprado un Mp4 (o se lo ha regalado un pariente) y anda igual de estrafalaria, pero viendo vídeos todo el día mientras se patea el barrio. Salía de casa anoche a darme la vuelta nocturna habitual con mi perra cuando en pleno portal se me acercó Casimiro para avisarme. Ya nunca me mirará a los ojos, me susurró al oído. Y tú ya no podrás seguirla para ver con quién habla, añadió.
Me encogí de hombros y pensé el sentido de aquel galimatías que me estaba soltando. Desapareció por la calle y no le seguí. Mi perra tiraba para el lado contrario a su dirección. Cuando llegué a la altura de Cochabamba me crucé con Rosaura y sus cinco perros. Sí, cinco. Es una señora –no menos estrafalaria que Casilda- que en lugar de hablar sola lo hace con sus canes… y se dedica a recoger a todos los que se encuentra abandonados. ¡Venga, Óscar –le gritaba a uno de ellos; al más pequeño-, no ves que ese no es el camino! Los llevaba a todos con una misma correa que se dividía en cinco.
Me cambié de acera para evitar el encuentro… cuando ven a mi perra se ponen todos malísimos y no paran de ladrar. Sin correas ni dueños seguro que aquello se convertiría en una jauría perruna. Mi perra terminaría –con mucha suerte- como Spencer Tracy de Furia. Cuando estaba a unos 10 metros me gritó Rosaura también a mí: ¡ya verás la serie que se ha bajado Casilda! ¿Serie? ¿Bajado? ¿Rosaura me habla? Si no la conozco de nada. Aquello empezaba a teñirse de absurdo.
Lo mejor vino cuando al regresar, me encuentro en el portal a Casilda. Oye, me dice, tú que trabajas en internet, me puedes decir cómo puedo hacer un blog y compartir con los vecinos las series que veo en el Mp4? Es que tengo mucho que decir a través de mi selección. Quiero difundir mensajes por la red. Es mi destino. Me volví a encoger de hombros. No sabía qué decir. Y ya cuando iba a reaccionar aparece en escena Casimiro haciendo ‘fúting’ de lado, y de corrido dice: ¿Lo ves lo ves lo ves lo ves lo ves lo ves?
Me encogí de hombros y pensé el sentido de aquel galimatías que me estaba soltando. Desapareció por la calle y no le seguí. Mi perra tiraba para el lado contrario a su dirección. Cuando llegué a la altura de Cochabamba me crucé con Rosaura y sus cinco perros. Sí, cinco. Es una señora –no menos estrafalaria que Casilda- que en lugar de hablar sola lo hace con sus canes… y se dedica a recoger a todos los que se encuentra abandonados. ¡Venga, Óscar –le gritaba a uno de ellos; al más pequeño-, no ves que ese no es el camino! Los llevaba a todos con una misma correa que se dividía en cinco.
Me cambié de acera para evitar el encuentro… cuando ven a mi perra se ponen todos malísimos y no paran de ladrar. Sin correas ni dueños seguro que aquello se convertiría en una jauría perruna. Mi perra terminaría –con mucha suerte- como Spencer Tracy de Furia. Cuando estaba a unos 10 metros me gritó Rosaura también a mí: ¡ya verás la serie que se ha bajado Casilda! ¿Serie? ¿Bajado? ¿Rosaura me habla? Si no la conozco de nada. Aquello empezaba a teñirse de absurdo.
Lo mejor vino cuando al regresar, me encuentro en el portal a Casilda. Oye, me dice, tú que trabajas en internet, me puedes decir cómo puedo hacer un blog y compartir con los vecinos las series que veo en el Mp4? Es que tengo mucho que decir a través de mi selección. Quiero difundir mensajes por la red. Es mi destino. Me volví a encoger de hombros. No sabía qué decir. Y ya cuando iba a reaccionar aparece en escena Casimiro haciendo ‘fúting’ de lado, y de corrido dice: ¿Lo ves lo ves lo ves lo ves lo ves lo ves?
PD.: Cuando me desperté recordé que Casilda estaba viendo en su Mp4 una recopilación de los mejores vídeos de Benny Hill.
Comentarios
¿Como se encuentra Casimiro? debe estar algo desconsolado, dicen que los MP4 enganchan mucho.
Lo de hacer ‘fúting’ de lado es auténtico.
Imagino la escena.