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EL PAPEL DE INTERNET EN EL PAPEL

Para agoreros del periodismo mal entendido y visionarios cáusticos… y para los que estáis en las antípodas de los mismos, os recomiendo un rato de lectura didáctica, enriquecedor con el post de Mario Benito (Encajabaja), al que llegué gracias a un post de Chiqui de la fuente. Es lo que tiene la bendita blogosfera. Para empezar, dos subordinadas de lujo, un planteamiento que no os podéis perder (¡Chapó!):

Tendría gracia que quienes repiten ahora que los periódicos en papel van a desaparecer, si es preciso quemándolos, y que tan sólo quedarán pantallas a nuestro alrededor para ver, que no leer, noticias "entretenidas" y entretenimiento visual, fueran sustituidos por otra generación que en vez de disfrutar tanto mirando lucecitas en las pantallas volvieran al papel como soporte de lectura, dibujos e imágenes. Ese péndulo histórico que como las modas va y viene quedándose siempre con algo de su último oscilar. Serán internautas, es obvio, pero quién sabe si estarán dispuestos a renunciar a algo que también tenemos y que para muchos es maravilloso: el papel (seguir leyendo).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
I love it! Very creative!That's actually really cool.
謝謝你的文章分享,請你有空到我

參觀,Thanks

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Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba.  El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai

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